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A todos nos que no dedicamos a esto de crear modelos de negocios responsables, aproximadamente entre una o dos veces a la semana se nos pasa por la cabeza por qué el consumidor no premia nuestro trabajo... o no lo premia tanto como nos gustaría.

Todos en mayor o menor medida hacemos referencia a la variable precio. Claro, los productos o servicios responsables son de un precio más elevado (por no decir caros) y el consumidor, con la que está cayendo, no está dispuesto a pagar un sobre precio.

 

José Illana Carracedo

 

jose iillana carracedoA todos nos que no dedicamos a esto de crear modelos de negocios responsables, aproximadamente entre una o dos veces a la semana se nos pasa por la cabeza por qué el consumidor no premia nuestro trabajo... o no lo premia tanto como nos gustaría.

 

Todos en mayor o menor medida hacemos referencia a la variable precio. Claro, los productos o servicios responsables son de un precio más elevado (por no decir caros) y el consumidor, con la que está cayendo, no está dispuesto a pagar un sobre precio.

 

Todos estamos de acuerdo que esto es discutible pero, tratando de comprender sin base cientifica, de momento, estos comportamientos, comparto una simple reflexión. Como consumidores todavía no hemos asociado la sostenibilidad a calidad y creo que esta es simple y llanamente la madre del cordero. Todo consumidor, sea cual sea su actitud frente a la compra (precio o diferenciación) siempre incorpora la variable calidad, representa la balanza en la que pesa el precio, la marca o reputación o el simple deseo... y finalmente toma una decisión.

 

Parece lógico pensar que hablar de calidad debe significar, desde un punto de vista industrial de procesos, ser respetuoso con el medioambiente y la sociedad. Bueno, quizás hoy en día no tanto, pero en un futuro cercano así será.

 

Pués bien, para nosotros los consumidores, resulta tremendamemente complicada, despues de haber luchado arduamente con el resultada de la balanza, dejar un poco de energía para la variable sostenibilidad. (Olvidate de los comprometidos y piensa en el consumidor,a secas)

 

El día que consigamos hacer entender que un producto sostenible es un producto de mayor calidad. Ese día, seguiremos pensando en una balanza nuestra falta de responsabilidad pero será más fácil tomar la decisión. Y eso, siempre ayuda.

 

 

 

 

 

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