El sistema alimentario se extiende mucho más allá de la simple producción y distribución de alimentos. Ciertamente, desempeña un papel trascendental en la vida de las personas, influenciando su salud y bienestar en gran medida. Desde la calidad y disponibilidad de los alimentos hasta las prácticas agrícolas y de producción, cada aspecto del sistema alimentario impacta directamente en la nutrición y la salud de las poblaciones. Además, el sistema alimentario tiene un efecto significativo en la economía, ya que impulsa empleos y genera ingresos tanto a nivel local como global.
Por otro lado, el sistema alimentario también ejerce una enorme presión sobre el medio ambiente. Desde la deforestación hasta la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero, las actividades relacionadas con la producción, distribución y consumo de alimentos tienen consecuencias ambientales significativas. Por lo tanto, abordar la sostenibilidad en el sistema alimentario se ha vuelto imperativo no solo para garantizar la salud y el bienestar de las generaciones actuales, sino también para preservar el medio ambiente para las futuras.
Recientemente se dio a conocer el informe “Redefiniendo el futuro de los sistemas alimentarios: la sostenibilidad como fuerza transformadora” que recoge los resultados del primer año de trabajo de la iniciativa Sistemas Alimentarios Sostenibles, una plataforma de trabajo sectorial impulsada por Forética, que tiene como objetivo contribuir a la transformación sostenible de los sistemas alimentarios, a partir del liderazgo del sector privado. La iniciativa se presenta como el punto de referencia en España para el impulso y acompañamiento de las empresas y organizaciones, en el marco de los sistemas alimentarios, a través de la ruta de transformación hacia la sostenibilidad.
Los expertos de Forética advierten que el sistema alimentario desempeña un papel fundamental para las personas, la economía y el planeta. No solo alimenta a más de 8 mil millones de ciudadanos, sino que proporciona empleo a más de la mitad de la población trabajadora. En términos económicos, genera beneficios por un total de 10,07 billones de dólares y se proyecta que seguirá creciendo a una tasa anual del 6,53% en los próximos cuatro años.
El informe identifica cinco áreas cruciales de acción que todos los actores involucrados deben considerar para impulsar la transformación del sistema alimentario: