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El viernes 1 de marzo marcó el cierre de la sexta reunión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-6) en Nairobi. Durante este evento, se aprobaron un total de 15 resoluciones y dos decisiones, cubriendo una amplia gama de temas cruciales como la gestión adecuada de productos químicos y residuos, la prevención de la desertificación y la degradación del suelo, así como el fortalecimiento de políticas relacionadas con el agua. En una declaración ministerial conjunta, los países se comprometieron a iniciar negociaciones para establecer un marco internacional destinado a abordar la problemática de la contaminación plástica.
15 resoluciones para detener la triple crisis planetaria

La creciente urgencia de la crisis climática se hace cada vez más evidente, y encontrar soluciones efectivas se ha convertido en una prioridad para la mayoría de los Estados a nivel global. Esta crisis, marcada por fenómenos extremos, cambios ambientales drásticos y amenazas a la seguridad alimentaria y hídrica, demanda una respuesta concertada y decisiva. Ante este panorama, los Estados están buscando activamente medidas para mitigar los impactos del cambio climático y adaptarse a sus efectos inevitables. Esto implica la implementación de políticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, promuevan la transición hacia energías renovables, fomenten prácticas agrícolas sostenibles y protejan los ecosistemas vulnerables.

Además, se requiere un esfuerzo conjunto para fortalecer la resiliencia de las comunidades ante los eventos climáticos extremos, así como para proporcionar apoyo a los países más afectados, especialmente aquellos que carecen de los recursos necesarios para hacer frente a esta crisis. En este sentido, la cooperación internacional y el compromiso político son fundamentales para abordar la emergencia climática de manera efectiva. Es necesario un enfoque integrado y multidisciplinario que involucre a gobiernos, instituciones, empresas, sociedad civil y ciudadanos en general para trabajar juntos en la búsqueda de soluciones sostenibles y equitativas.

El viernes 1 de marzo marcó el cierre de la sexta edición histórica de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-6) en Nairobi, con la aprobación de 15 resoluciones y dos decisiones que abordaron una amplia gama de preocupaciones cruciales. Estos incluyen la gestión adecuada de productos químicos y residuos, la lucha contra la desertificación y la degradación del suelo, y el fortalecimiento de las políticas relacionadas con el agua.

Con una participación récord de 7,000 delegados de 182 países miembros, entre ellos 170 ministros, así como expertos, activistas y representantes de la industria, la UNEA-6 demostró ser un punto de encuentro global sin precedentes. En una declaración ministerial, los países miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a colaborar en la negociación de un instrumento internacional jurídicamente vinculante para abordar la grave problemática de la contaminación por plásticos.

La Asamblea, como máximo órgano decisorio mundial en asuntos ambientales, acoge a los 193 Estados miembros de la ONU. Aunque las resoluciones de la UNEA no tienen fuerza legal, representan un paso crucial en el camino hacia acuerdos ambientales globales y la formulación de políticas nacionales. Durante la sesión de clausura, la presidenta de la Asamblea y ministra de Transición Energética y Desarrollo Sostenible de Marruecos, Leila Benali, agradeció a todas las delegaciones por su "cooperación constructiva, flexibilidad e inteligencia colectiva" que permitieron la elaboración del texto. Además, Inger Andersen, directora general del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destacó los resultados como un paso adelante en los esfuerzos mundiales para abordar la crisis planetaria.

Andersen señaló específicamente las resoluciones relacionadas con la obtención de metales y minerales para la transición hacia cero emisiones netas, la protección del medio ambiente durante y después de los conflictos, la mejora de la gestión de productos químicos y residuos, y la lucha contra las tormentas de arena y polvo.

Simultáneamente, la agencia medioambiental publicó el Panorama de los Recursos Globales 2024, un informe revelador que destaca cómo los países ricos consumen seis veces más recursos y generan diez veces más impactos climáticos que los países de bajos ingresos. Los autores del informe advierten que si continúa la tendencia, la extracción de materiales aumentará un 60% para 2060, lo que socavaría los esfuerzos para alcanzar objetivos globales en materia de clima, biodiversidad y contaminación, así como la prosperidad económica y el bienestar humano. Por lo tanto, el informe hace un urgente llamamiento a la adopción de políticas que fomenten la sostenibilidad, reduzcan el crecimiento previsto en la explotación y uso de los recursos en un tercio, y promuevan la economía, el bienestar y la reducción de impactos ambientales.

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