La bomba de relojería del calentamiento global está activa, pero la buena noticia es que las empresas pueden ayudar a desactivarla. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada más frecuentes, intensos y peligrosos para la naturaleza y las personas, sin embargo, un informe recientemente publicado por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas España sostiene que aún no es demasiado tarde para frenar el calentamiento global.
 ¿Cómo pueden contribuir las empresas en la lucha contra el calentamiento global?
Guillaume Falco

No hay dudas de que la emergencia climática ya está aquí y que muchos de los daños provocados son irreversibles. Empero, no todo está perdido. Un informe del Pacto Mundial de las Naciones Unidas España afirma que aún queda mucho por hacer. Las empresas, los gobiernos y la sociedad están llamados a acelerar la acción para parar esta cuenta atrás. Aunque el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) en 2018 señaló la importancia de limitar el calentamiento a 1,5ºC, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado. Las medidas y planes comprometidos hasta la fecha son insuficientes para hacer frente al cambio climático y cumplir el ODS 13: Acción por el clima.

Los expertos advierten que, si no frenamos el calentamiento global, la seguridad alimentaria e hídrica estarán cada vez más comprometidas. Unas amenazas que vendrán acompañadas de otros fenómenos como pandemias o conflictos, que afectarán a las personas y los ecosistemas más vulnerables. En los últimos diez años, se ha multiplicado por 15 el número de víctimas por tormentas, sequías o inundaciones en las zonas más vulnerables, como señala el estudio sobre el Cambio Climático 2023 del IPCC. En medio de un clima apocalíptico la buena noticia es que aún estamos a tiempo de cortar el cable correcto y desactivar la bomba del cambio climático. Un cambio transformador es básico para promover un mundo sostenible y equitativo. Cabe entonces preguntarnos ¿Cómo pueden contribuir las empresas en la lucha contra el calentamiento global?, la respuesta pasa por aplicar medidas de mitigación y adaptación climática según los expertos del Pacto Mundial. Con este objetivo, será necesario desplegar una serie de cambios en los procesos, acciones y tecnología que lo hagan posible.

Por ejemplo, las energías y tecnologías limpian mejoran la salud, especialmente entre mujeres y la infancia. Además, la electrización con bajas emisiones de carbono, los desplazamientos a pie y en bicicleta y el transporte público mejoran la calidad del aire, la salud y las oportunidades de empleo y la equidad.

Si bien es claro que las empresas deben asumir más compromisos, es igualmente importante que se aumente la financiación. La publicación explica actualmente, la financiación es insuficiente y hay que promover la inversión en nuevas acciones y estrategias. Los avances relativos a la reducción de los riesgos climáticos redundarían además de forma positiva en la población en exclusión y de bajos ingresos.

En un escenario cada vez más complejo, si queremos lograr los objetivos climáticos, las personas que invierten, los bancos centrales y los reguladores financieros son claves. Tanto como los cambios en algunos sectores como, los sectores alimentarios, eléctricos, de transporte, industria, de edificación y de uso de la tierra. El clima, los ecosistemas y la sociedad están interconectados. La conservación eficaz y equitativa del 30% al 50% de los recursos terrestres, marinos y de agua dulce ayudará a garantizar la salud del planeta y, por ende, de las personas.

¡Comparte este contenido en redes!

Síguenos

Síguenos en Twitter Síguenos en Facebook
Top