La trata de seres humanos es un delito transfronterizo que afecta a todos los Estados miembros. Si bien ha habido algunos avances en los últimos años, sigue siendo una grave amenaza en la UE. Desde 2011, la Directiva contra la trata de seres humanos es el instrumento en que se basan los esfuerzos de la UE en la prevención y la lucha contra la trata de seres humanos. Luego, en abril de 2021 la Comisión presentó la Estrategia de la UE en la lucha contra la trata de seres humanos (2021-2025), centrada en la prevención del delito, el enjuiciamiento de los traficantes y la protección y el empoderamiento de las víctimas.
Sin embargo, aún sigue siendo difícil combatir este flagelo. Se estima que cada año, más de 7.000 personas son víctimas de la trata de seres humanos en la Unión Europea. Cabe suponer que esta cifra es mucho mayor, ya que muchas víctimas siguen sin ser detectadas. Además, datos oficiales muestran que la mayoría de las víctimas son mujeres y niñas, pero la proporción de víctimas masculinas también va en aumento, especialmente con fines de explotación laboral.
Expertos en la materia advierten de la gravedad del problema y explican que las formas de explotación han evolucionado en los últimos años y el delito está adquiriendo cada vez más una dimensión digital. Esto requiere nuevas medidas a escala de la UE, ya que los traficantes se benefician de oportunidades de reclutar, controlar, transportar y explotar a las víctimas, así como de trasladar beneficios y llegar a los usuarios de la UE y de fuera de ella.
En este escenario complejo y cambiante, un comunicado oficial de la Unión Europea explica que la evaluación y la posible revisión de la Directiva contra la trata de seres humanos para adecuarla a su finalidad fue una de las acciones clave señalada en la Estrategia. Puesto que son grupos de delincuencia organizada quienes suelen perpetrar la trata de seres humanos, la Estrategia de lucha contra la trata de seres humanos está estrechamente relacionada con la Estrategia de la UE contra la Delincuencia Organizada.
Es por ello que las normas actualizadas proporcionarán instrumentos más sólidos para que las autoridades policiales y judiciales investiguen y persigan las nuevas formas de explotación. La propuesta de la Comisión presenta sanciones obligatorias contra las empresas y no solo contra las personas por los delitos de trata. También tiene por objeto mejorar los procedimientos de identificación temprana y de apoyo a las víctimas en los Estados miembros, en particular mediante la creación de un mecanismo de derivación europeo.
De este modo, las normas actualizadas incluirán:
La propuesta ya está hecha y es de gran valía. Ahora es turno del Parlamento Europeo y del Consejo examinar la propuesta. Una vez adoptada, los Estados miembros tendrán que transponer las nuevas normas a su legislación nacional.