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La segunda edición del informe Shaking Sustainability in the Fashion Business, elaborado por EY y Modaes.es afirma que la sostenibilidad se ha convertido en la principal palanca de innovación de la industria de la moda. El documento establece siete ejes sobre los que debe establecerse la estrategia de sostenibilidad de una compañía: gobierno, riesgos y cumplimiento, operaciones, personas, comunicación, tecnología, finanzas y jurídico/fiscal.

La sostenibilidad se ha convertido en una pieza fundamental de cualquier industria, y la moda no es la excepción.  La transformación sostenible del sector de la moda continúa avanzando impulsada por la demanda por parte de los clientes, las nuevas exigencias regulatorias y los criterios de los inversores. Al mismo tiempo, la sostenibilidad se ha convertido en una de las principales palancas de innovación y transformación del sector, aunque aún queda camino por recorrer, máxime en un entorno regulatorio cada vez más exigente. Así lo expone la segunda edición del informe “Shaking Sustainability in the Fashion Business”, elaborado por EY y Modaes.es, cuyo objetivo es el de medir cuántos escalones han avanzado los grandes del sector en el camino de la transformación sostenible.

La investigación busca responder a una cuestión clave: ¿Qué necesita la sostenibilidad para defender su posición y no derrumbarse en medio de un sector cambiante? Para responderlo, el informe establece siete ejes sobre los que debe establecerse la estrategia de sostenibilidad de una compañía: gobierno, riesgos y cumplimiento, operaciones, personas, comunicación, tecnología, finanzas y jurídico/fiscal.

Este estudio está realizado a partir de encuestas a los operadores más representativos de la moda a escala global y de un análisis exhaustivo de sus memorias anuales y de sostenibilidad, entre otros datos de carácter público. Su objetivo es ofrecer una herramienta útil para la industria de la moda, permitiendo a las compañías comparar su desempeño con la media de los mayores grupos del mundo y obteniendo un instrumento que permite medir la evolución del sector año a año con datos prácticos y cuantificables.

La edición de este año revela que, en materia de gobierno, riesgos y cumplimiento la sostenibilidad gana peso en los órganos de gobierno de estas empresas. Concretamente, el estudio pone de manifiesto que el 70% de las mismas tiene ya una comisión delegada del consejo de administración responsable de la sostenibilidad. Asimismo, se observa que el 83% de las compañías cuenta con una estrategia de sostenibilidad aprobada por el consejo, pero solo el 74% ha establecido un cuadro de mando específico para su seguimiento.

Sobre la protección de equipos, la innovación emerge como la calve.  Según los datos presentados por EY, la de personas se mantiene como el área a la que más relevancia dan las compañías en materia de sostenibilidad, con una puntuación de 9,4 sobre 10, mientras que el desempeño roza el sobresaliente. Se observa que las empresas han seguido innovando en la elaboración de sistemas de protección de equipos. La mitad de las empresas tienen sistemas de protección de su cadena de suministro con supervisión sindical independiente, el 96% tienen un proceso de debida diligencia/auditoría para evaluar el estado de su cadena de suministro y el 94% impulsan políticas activas de igualdad, diversidad y empoderamiento de la mujer en el ámbito de la dirección, frente al 86% de 2021.

Respecto al eje de operaciones, la trazabilidad sigue siendo el talón de Aquiles de las empresas en su carrera “eco”, siendo uno de los factores que más demandan los consumidores, pero también de los más difíciles de lograr. Aunque el sector ha avanzado con respecto a la edición pasada, éste sigue siendo uno de los mayores retos: solo el 55% de las empresas asegura que los consumidores pueden realizar actualmente una trazabilidad completa de sus productos, un punto más que el año anterior. También mejora el porcentaje de compañías que cuantifican las emisiones de alcance 2, que llega al 70%, y las que cuantifican el alcance 3, que se sitúa en el 59%. La relevancia que las empresas le dan al cambio climático se ha mantenido en una media de 8,6 sobre 10, mientras que el nivel de desempeño ha mejorado ligeramente hasta 7 puntos.

Otro punto interesante es que en esta edición se han dado dos grandes cambios en las áreas de comunicación y tecnología. Respecto a la comunicación, el informe muestra que continúan siendo mayoría las empresas que consideran la sostenibilidad un atributo de marca, aunque el porcentaje ha bajado dos puntos, del 96% al 94%. Además, se ha reducido notablemente la nota que las empresas se dan a sí mismas, que pasa de 8,6 a 7,5, mientras que la relevancia ha aumentado.  Algo similar ocurre en tecnología. El número de empresas que han incorporado en el último año nuevas tecnologías e innovaciones sostenibles en la manufactura del producto se ha moderado hasta el 78% y la nota que se ponen en desempeño, que ya era baja en la anterior edición, ha seguido bajando hasta el 6 sobre 10.

¿Qué sucede con las finanzas?

Un aspecto relevante sobre el que indaga el informe es aquel vinculado a las finanzas, al respecto afirma que las empresas son conscientes de la importancia de ser “más verdes” como estrategia para atraer capitales.  Concretamente, los expertos de EY advierten que en finanzas se ha producido uno de los mayores saltos: un 71% de las empresas dan ya una ponderación relevante a los criterios de sostenibilidad en sus decisiones financieras, diez puntos más que en 2021. Los criterios sostenibles tienen cada vez más peso en la toma de decisiones del sector, que busca atraer capital para seguir creciendo tras la crisis. Por último, en el ámbito jurídico/fiscal, el informe revela que un 96% de las empresas cuentan con políticas en materia de sostenibilidad ambiental y laboral de obligado cumplimiento para sus proveedores y el 92% cuentan con equipos y sistemas específicos de supervisión para velar por su cumplimiento.

En palabras de Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad de EY, el ejercicio 2021 “fue el año del boom de la financiación sostenible y cada vez más los inversores incorporan criterios de sostenibilidad, especialmente medioambientales, a sus decisiones de inversión”. Si el sector de la moda siempre está en evolución, “ahora es la sostenibilidad una de las principales palancas para su innovación y transformación, por el bien no sólo de las empresas que conforman el sector, sino por el bien de todos”, sostiene.

Por su parte, Iria P. Gestal, directora de Modaes.es analiza que: “Ni dos años de pandemia ni una guerra en Europa han logrado eliminar la sostenibilidad de la agenda de las principales compañías del sector, pese a que lo que imperaba era la gestión del cortísimo plazo”. De este modo, la investigación concluye que resulta atinado afirmar que la moda no puede ni debe afrontar sola la transformación sostenible y por eso la colaboración, tanto entre las empresas como con las organizaciones internacionales, es clave para acelerar este cambio.

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