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El mundo está convulsionado. De eso no hay dudas. Crisis económica post- pandemia, emergencia climática, guerra en Ucrania, aumento de precios, inflación, y la lista podría seguir. El grado de polarización, de confrontación visceral y de discusiones inconducentes en la esfera política se ha incrementado mucho en los últimos tiempos. La grieta entre unos y otros se ha vuelto ya casi irreparable. La violencia y el odio tiñen las discusiones y, lo más grave, inhabilitan la escucha, la posibilidad de realmente construir algo diferente mediante el diálogo. En este escenario, donde la empatía se ha extraviado, Ecodes quiere contribuir a frenar este proceso de degradación de nuestra vida pública y propone cuatro normas de conducta que pueden hacer las veces de brújula para recuperar el rumbo.
Las normas de Ecodes contra la confrontación

La crisis en la esfera política, como no podía ser de otra forma, se ha traducido en una fuerte ruptura del tejido social. Con frecuencia, las palabras que emanan de partes significativas del ecosistema de las instituciones y de los partidos políticos de nuestro país y las palabras que fluyen de medios de comunicación relevantes conforman una atmósfera tóxica, en la que los insultos, las medio verdades y las mentiras florecen. El mundo se vuelve cada vez más hostil. La consecuencia es que la confianza en los otros se degrada y la idea fundamental de una sociedad democrática, se resquebraja. La vida se hace más invivible.

¿Qué podemos hacer ante esto?  La organización independiente sin fines de lucro que trabaja hacia un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, Ecodes, afirma que el único signo de esperanza es que fracciones muy mayoritarias de la vida económica y social se resisten a ser arrastradas a esa pendiente autodestructiva.

En este sentido, desde la organización advierten que muchas personas y entidades se quejan continuamente de la reiteración de palabras cargadas de odio hacia los otros y esta no es la España en la que queremos que vivan nuestros hijos e hijas. Ante esto, la fundación no solo lamenta lo que ocurre, sino que también quiere contribuir a frenar ese proceso de degradación de nuestra vida pública. Por ello, proponen aplicar siempre cuatro normas de conducta para evitar la polarización:

  1. Aplicar siempre la presunción de inocencia que consagra nuestra Constitución. Queremos ser tercamente bienpensantes.
  2. Debatir con rigor, con templanza y verdad las opiniones ajenas respetando las personas que las formulan. No queremos combatir los insultos con más insultos y no queremos cosechar likes engordando la polarización.
  3. Profundizar en el diálogo paciente con los actores sociales y económicos, buscando identificar horizontes de trabajo compartidos.
  4. Contribuir a elaborar pensamiento largoplacista en nuestro país. No es bueno que una sociedad se despreocupe de las generaciones venideras.

Finalmente, desde Ecodes animan a otras entidades a aprobar normas de comportamiento con el mismo propósito que guía las que acabamos de enumerar: contribuir a “frenar la curva” de la polarización que nos degrada como sociedad. Todos podemos aportar nuestro granito de arena para hacer de este un lugar –al menos un poco- mejor.

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