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Ante la creciente frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos debidos al cambio climático, esta nueva iniciativa, presentada en la jornada internacional de la meteorología, dotará a todos los habitantes del planeta con este sistema de alerta temprana, del que carece un tercio de la población mundial, sobre todo en los países pobres. El plan se completará en cinco años.
Sistemas de alerta temprana: Invertir ahora para ahorrar en el futuro

Los fenómenos extremos relacionados con el tiempo, el clima y el agua son cada vez más frecuentes e intensos en muchas partes del mundo como consecuencia del cambio climático. La gente está más expuesta que nunca a peligros múltiples cada vez más agudos a causa del crecimiento demográfico, la urbanización y la degradación del medio ambiente. Pese a la importancia de las predicciones del tiempo para salvar vidas y medios de subsistencia, un tercio de la población mundial aún no está cubierta por los sistemas de alerta temprana, sobre todo en los países menos desarrollados y los pequeños estados insulares en desarrollo. En África, la tasa de desprotección alcanza al 60% de sus habitantes.

Ante este escenario de emergencia climática, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) liderará un proyecto que tiene el objetivo de proteger con sistemas de alerta temprana a toda la población del planeta de los embates de eventos extremos provocados por el cambio climático, al tiempo que la ayuda adaptarse a ese fenómeno. El plan de acción para alcanzar esa meta en cinco años se presentará en la próxima conferencia de la ONU sobre el clima, a celebrarse en noviembre próximo en Egipto.

Un sistema de alerta temprana para inundaciones, sequías, olas de calor o tormentas se compone de una serie de herramientas y recursos integrados que permite a la población saber que se avecina un clima peligroso e informa cómo los gobiernos, las comunidades y las personas pueden actuar para minimizar los impactos inminentes.  Estos sistemas nos permiten monitorear las condiciones atmosféricas en tiempo real en tierra y en el mar y predecir de forma efectiva eventos meteorológicos y climáticos futuros utilizando modelos numéricos informáticos avanzados. El propósito es comprender qué riesgos acarrean las tormentas previsibles al área que se verá afectada.

Los sistemas de alerta temprana deben incluir planes de respuesta acordados para gobiernos, comunidades y personas, para minimizar los impactos anticipados. Un sistema integral de alerta temprana también debe tomar en cuenta lecciones aprendidas de eventos pasados para mejorar continuamente las respuestas ante futuros peligros meteorológicos, climáticos, hídricos y ambientales relacionados.

La OMM destacó que es fundamental una mayor coordinación entre los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales, las autoridades de gestión de desastres y los organismos de desarrollo para mejorar la prevención, la preparación y la respuesta a éstos. Para resaltar la frecuencia de los fenómenos climáticos, indicó que durante los últimos 50 años se han quintuplicado los desastres meteorológicos, climáticos o relacionados con el agua, con la ocurrencia de uno casi todos los días, que provoca la muerte de 115 personas y causa pérdidas de 202 millones de dólares.

No obstante, lo elevado de estos números, la OMM aclaró que la cantidad de vidas perdidas se redujo casi tres veces durante el mismo periodo gracias a las mejores alertas y pronósticos, así como a una gestión proactiva y coordinada de desastres. La agencia especializada señaló que la pandemia ha dejado ver que en el mundo interconectado de hoy es necesario adoptar un enfoque multirriesgos y transfronterizo para avanzar en el cumplimiento de los objetivos mundiales de acción climática, reducción del riesgo de desastres y desarrollo sostenible.

Según Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, hace falta invertir unos 1500 millones de dólares durante el próximo lustro para mejorar la calidad de los servicios y las infraestructuras relacionadas con los sistemas de alerta temprana, “especialmente en los países menos adelantados y pequeños Estados insulares en desarrollo”. Los datos de la Comisión Global sobre Adaptación indican que los sistemas de alerta temprana brindan un retorno de la inversión de más de diez veces y con sólo 24 horas de advertencia de una próxima tormenta u ola de calor, los daños se pueden reducir en un 30%.

Asimismo, aseveran que invertir 800 millones de dólares en tales sistemas en países en desarrollo evitaría pérdidas de entre 3000 y 16.000 millones de dólares por año. “El creciente número de desastres debidos al cambio climático está poniendo en peligro la implementación de una gran cantidad de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además de una mitigación muy crítica, es cada vez más importante invertir en la adaptación climática. Uno de los rendimientos más altos de las inversiones se logra mejorando los servicios de alerta temprana del tiempo, el agua y el clima”, concluyó Taalas.

 

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