Las emisiones del transporte por carretera constituyen una de las principales fuentes de contaminación del aire, que es la causa de varias enfermedades graves, como las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y el cáncer. De hecho, esta contaminación es responsable de decenas de miles de muertes prematuras al año, lo que representa decenas de miles de millones en costes sanitarios para la sociedad europea. La mala calidad del aire tiene un impacto desproporcionado en los hogares de menos ingresos y en las minorías.
En este contexto, el cuidado del planeta es cada vez más importante para gran parte de la ciudadanía, que está dispuesta a sacrificar sus propios beneficios económicos en pos de la protección del medioambiente. Así lo muestra una nueva encuesta del instituto europeo de opinión pública YouGov encargada por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), de la que ECODES es miembro. Según esta investigación una gran mayoría de personas estaría dispuesta a pagar un importe más elevado a la hora de adquirir un vehículo si éste estuviese propulsado por tecnologías limpias. En concreto, el 71% de la ciudadanía española (65% media europea) pagaría hasta 500€ adicionales que, al mismo tiempo, es el coste máximo para los fabricantes si aplican una reducción significativa de las emisiones de los automóviles.
La emisión de gases contaminantes a la atmósfera es uno de los principales problemas actuales. Conscientes de ello, las y los ciudadanos españoles afirman que es prioritario que se legisle en consecuencia. La encuesta advierte que casi nueve de cada diez personas encuestadas (el 88%) contestaron que los fabricantes deberían estar obligados por ley a reducir las emisiones de los automóviles nuevos tanto como sea técnicamente posible. Incluso al comprar un coche de segunda mano, más de la mitad de los encuestados (el 54%) declaró que espera que el vehículo cumpla el límite mínimo legal de contaminación. De este modo, queda patente la necesidad de contar con una regulación más estricta sobre la contaminación del aire para que los fabricantes produzcan los vehículos más limpios posibles.
La encuesta se ha publicado en un momento estratégico ya que se están presentando propuestas para una nueva normativa sobre las emisiones de los coches por parte de la Comisión Europea. Además de en España, se ha realizado en otros seis países de la Unión Europea: Alemania, Francia, Italia, Polonia, Rumanía y la República Checa, contemplando una muestra de más de 8.000 personas.
La Comisión Europea se está planteando hacer un seguimiento de las emisiones de los coches “en condiciones reales” durante todo su ciclo de vida en las carreteras. En la actualidad únicamente se verifican los automóviles nuevos durante los primeros cinco años o durante sus primeros 100.000 km. Sin embargo, muchos de ellos permanecen en las carreteras durante mucho más tiempo, especialmente en Europa del Sur, Europa Central y Europa del Este, lo que expone a millones de personas a vehículos con mayores emisiones.
En este sentido, la encuesta ha revelado que existe un importante apoyo a que se exija a los fabricantes de coches cumplan con los límites legales mínimos de contaminación en todas las circunstancias, no exclusivamente en condiciones de conducción ideales e independientemente de cómo, cuándo y dónde se utilicen. Una premisa que apoya el 85% de las personas preguntadas en España. Sin embargo, los actuales límites no se aplican en los desplazamientos cortos dentro de las ciudades -en los que los coches se paran y vuelven a arrancar con más frecuencia- ni cuando se acelera rápido, pese a que en esas circunstancias los motores emiten más.