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CANVAS: Los ciudadanos exigen una transformación del sistema capitalista

El sistema capitalista como modelo económico y social es ya obsoleto. Las trasformaciones sociales, ambientales y culturales de la última década han calado hondo en la ciudadanía. Evidentemente, el capitalismo enfrenta una nueva etapa de cara a la agenda global y las nuevas metas para el siglo XXI. Una latente reformulación cobra fuerza ante la necesidad de un sistema económico que instrumente modelos más inclusivos y sostenibles, que ponga a las personas y al planeta en el centro. Ante esto, gran parte de la población considera que un cambio es tan necesario como urgente. Esta es una de las principales conclusiones que se desprende del estudio realizado por CANVAS Estrategias Sostenibles en colaboración con Punto de Fuga, la Universidad de Málaga y Cronopios, con el apoyo de DKV, IKEA, Leroy Merlin y Unilever y titulado"Propósito y reinvención del capitalismo". En él, se analiza la opinión de la ciudadanía española en relación al sistema capitalista y el papel de las empresas con propósito para promover modelos económicos más sostenibles.  Tal como nos explica Isabel López Triana, cofundadora y directora general de Canvas, "las empresas con propósito generan mayor impacto en la sociedad, una fidelización en los empleados, una transformación en los modelos de negocio de las organizaciones y con el estudio Propósito y reinvención del capitalismo nos interesaba conocer qué opina el ciudadano sobre esas empresas, si realmente las premia".

Muchas veces se habla sobre los intereses del sector público y del sector privado, sobre las transformaciones políticas y económicas, sin embargo, no siempre es del todo conocida la opinión de las y los ciudadanos. ¿Qué piensan? ¿Qué sienten? Para poder indagar acerca de la opinión pública, CANVAS llevó adelante el estudio realizado a partir de una consulta a más de 1.000 personas con amplia representación geográfica y socioeconómica del país. El debate sobre el sistema económico actual está presente en la actualidad en las organizaciones, en el entorno empresarial, en la academia, e, incluso, en los medios de comunicación. Pero falta una mirada que es imprescindible: la de la ciudadanía. Por tanto, la investigación apunta a conocer la opinión de las y los españoles, con el objetivo de saber si se considera necesaria la transformación del sistema, si se valora diferente a una organización con propósito y cuáles son las prioridades en el ámbito social, ambiental y económico.

Las conclusiones que se desprenden de la investigación muestran interesantes datos. Se evidencia necesario reinventar el sistema desde sus mismas bases y lograr cambios profundos en las personas y en las organizaciones. Sin dudas, todos somos parte de una red interconectada e interdependiente, aunque muchas veces se crea que funcionamos como partes autónomas. Y, en este tiempo de transformaciones, una de las claves es repensar las empresas y los sectores de actividad hacia un formato de organizaciones con un propósito de ser mejores para el mundo.

DATOS OPINION

En primer lugar, se evidencia la necesidad de trasformación. Concretamente, más del 78% de la ciudadanía considera que el sistema económico tiene que cambiar. Esta opinión refleja un consenso social transversal en la población española consultada tanto por edad, como por sexos, ingresos, o entorno geográfico. La valoración media del desempeño del sistema en los aspectos social, ambiental y económico no supera el 3,5.

Sin embargo, los datos advierten que existe una clara desconfianza en que los organismos y entidades del actual sistema acometan el cambio necesario para avanzar hacia un nuevo modelo que aporte un impacto social y ambiental positivo y prosperidad económica.  Es claro que asistimos hoy a una crisis de legitimidad de las instituciones. En la valoración de las organizaciones existentes la ciudadanía solo aprueba a las entidades del ámbito educativo. Se observa una mirada crítica hacia las organizaciones y referentes tradicionales, siendo los partidos políticos los peor valorados. Destaca la aparición de los movimientos ciudadanos como uno de los motores de la transformación a futuro junto con los organismos internacionales, según lo que opina la población.

Otra importante conclusión que emerge de la investigación es que las necesidades básicas se encuentran en el punto de mira. Las personas están  bastante preocupadas -en más del 70%- por el triple impacto del sistema. Hay unanimidad en que en las prioridades se sitúan primero a las personas, luego el planeta y, en tercer lugar, la economía. Se requiere especial atención a necesidades básicas como el trabajo decente y el cuidado de la salud humana y del planeta, como fundamentos para un sistema socio económico saludable. Cabe destacar que los resultados de la consulta muestran de nuevo aquí un amplio consenso, sin diferencias intergeneracionales ni socioeconómicas, aunque sí se percibe un sesgo de género: las mujeres transmiten de una forma más contundente su preocupación por los temas sociales y ambientales.

Crisis de confianza en las instituciones

En cuanto a la respuesta del sistema ante estas preocupaciones, 7 de cada 10 personas lo valoran con un suspenso (3,5 sobre 10). Y preguntados por su confianza en el papel que pueden ejercer en este sentido las instituciones y organismos, el único que aprueba es el ámbito educativo (escuelas, universidades, sistema científico), que obtiene una media de 5,2 sobre 10: el 42% destaca su papel relevante para que el sistema capitalista se transforme hacia un modelo que vele por el impacto positivo en la sociedad y el planeta.

En el lado opuesto se sitúan los partidos y líderes políticos, así como la Iglesia y los líderes religiosos, que obtienen las puntuaciones más bajas, por debajo de 3 sobre 10. También los líderes empresariales, el sector privado en su conjunto y la Administración Pública obtienen puntuaciones inferiores a 4 sobre 10, y rozando el aprobado se encuentran los organismos internacionales, los movimientos ciudadanos y los medios de comunicación.

“Las instituciones sufren una notable crisis de legitimidad, y esto es un claro reflejo de la necesidad de fomentar nuevos modelos de liderazgo. En este contexto, los movimientos ciudadanos se consolidan como referentes de agrupación autoorganizada, frente al modelo de lo individual, que es intrínseco al sistema socioeconómico actual, y esa mayor confianza en los organismos supranacionales. La credibilidad se deposita en lo colectivo y en la relación global-local”, explica Claudina Caramuti, cofundadora y directora de desarrollo de CANVAS.

Empresas con propósito: una demanda social

Las empresas con propósito fueron el otro gran tema sobre el cual indagó el estudio. Al respecto se observa que el 74% de la población considera total o bastante necesario que las empresas velen por el triple impacto -social, ambiental y económico- para la transformación del sistema. A su vez, las opiniones están repartidas entre quienes creen que las empresas solo buscan el beneficio económico y quienes creen que también pueden generar un impacto positivo en las personas y el planeta. Desde la visión de la ciudadanía, el perfil de una empresa con propósito representa un nuevo modelo de organizaciones que conjugan varias características que hoy en día no se suelen conectar, como lo global y lo local, lo urbano y lo rural. La transformación del sistema pasa por repensar y recrear las organizaciones, abrirse a nuevos territorios y a la oportunidad de ser parte del cambio.

En cuanto a los sectores que se consideran clave para la transformación, las valoraciones medias más altas, con alrededor de 6 sobre 10, las obtienen los relacionados con energía, transporte, tecnología e industria química y farmacéutica. En un segundo bloque se sitúan sectores como la alimentación, telecomunicaciones, turismo, comercios, construcción, textil y las industrias extractivas. Y en el bloque con una valoración más baja respecto al papel que van a desempeñar en el futuro se ubican los servicios financieros, seguros y servicios profesionales.

Por último, sobre el compromiso de la propia ciudadanía, un alto porcentaje de las personas consultadas se consideran sensibilizadas con el desarrollo sostenible y se identifica en más del 60% con hábitos responsables hacia el medioambiente y las personas. No obstante, al indagar en estos actos cotidianos surgen divergencias, ya que la mayoría dice realizar estos hábitos solo ocasionalmente o nunca.

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