El día de ayer, 21 de abril, se llevó a cabo la primera Conferencia Europea StepbyWater. El valor del agua para la Comisión y el Parlamento Europeo, el Gobierno de España, los municipios, las Comunidades Autónomas y las organizaciones, ha sido el tema central en la primera Conferencia Europea, impulsada por StepbyWater, alianza multisectorial, pionera en Europa y en España, para contribuir a acelerar el cumplimiento de los objetivos y metas del ODS 6 de la ONU y el avance en dos derechos humanos cruciales como agua y saneamiento.
Durante la conferencia se planteó que forjar una Unión Europea resiliente frente al cambio climático, y una visión a largo plazo como la propuesta por el Pacto Verde Europeo y la estrategia de adaptación al cambio climático, es una inversión de futuro que, en los términos del texto estratégico para la reconstrucción europea y de sus países miembros, se “basa en la constatación de que la transformación ecológica es una oportunidad y que la inacción tiene un coste enorme”.
En su participación, el Comisario Europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, ha destacado el valor del Green Deal europeo, como la máxima prioridad política de la Comisión, que aspira a ubicar a Europa en una senda más sostenible. “No se trata de pintar el mundo de verde. Se trata de apoyar el cambio hacia un modelo económico regenerativo que dé más a la naturaleza de lo que toma, para conseguir ecosistemas más sanos, ciudades más verdes, zonas rurales más activas y mejores empleos”, ha enfatizado en la Conferencia Europea StepbyWater.
El Pacto Verde, crucial en la estrategia de recuperación europea, hace “frente a cuatro crisis medioambientales: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y el agotamiento de los recursos. Todas ellas están relacionadas, se afectan mutuamente y afectan a nuestras aguas”, según Virginijus Sinkevičius, que ha destacado el valor multistakeholder de la alianza StepbyWater, así como la importancia de crear alianzas entre los grupos de interés para afrontar las crisis y crear oportunidades.
El Comisario ha instado a acometer “la ordenación del territorio, la movilidad y los sistemas alimentarios y energéticos de forma coherente, evaluando las repercusiones y buscando múltiples beneficios”, dando prioridad a las soluciones basadas en la naturaleza y trabajando con el mundo natural, no contra él. “Si siempre anteponemos la economía al ecosistema, como hicimos en el pasado, es probable que acabemos sin ambos”, ha aseverado.
Sobre el valor del agua en España, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado que las inversiones contempladas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española, en torno a los 7.000 millones de euros, “encuentran en el agua, un espacio idóneo para el progreso, así como para recortar brechas sociales y para facilitar el bienestar de las personas y para asegurar que, de manera creciente, clara y contundente, respetamos los límites ambientales”.
La nueva estrategia de la UE sobre adaptación al cambio climático, dada a conocer el pasado mes de febrero reconoce que “la escasez de agua en la UE ha afectado a actividades económicas tan diversas como la agricultura, la acuicultura, el turismo, la refrigeración de centrales eléctricas y el transporte de carga por los ríos. Afecta no solo a la economía, sino también a la salud y el bienestar de los europeos, que sufren cada vez más olas de calor (a nivel mundial, el desastre más mortífero de 2019 fue la ola de calor europea con 2500 muertes). También plantea riesgos para la seguridad alimentaria, agrava las desigualdades sociales existentes y amenaza el patrimonio cultural”.
Por otro lado, respecto del plan de inversión en materia hídrica con la planificación hidrológica, la protección de las aguas y la gestión de los riesgos, la digitalización y la seguridad hídrica, como principales líneas de acción para los próximos años, Ribera opina que “ofrece un horizonte diferente al que estamos acostumbrados. La cultura y la conciencia del agua como un bien escaso al que debemos prestar atención especial en España, se han instalado y han venido para quedarse”. En su opinión, que la Unión Europea haya identificado el agua como “elemento fundamental para nuestros programas de acción, nos ayuda a que el esfuerzo colectivo de administraciones, empresas y ciudadanía, se incorpore definitivamente en nuestro día a día”.
Aprovechar la gestión y la transformación del ciclo del agua para abordar otras transiciones cruciales y facilitar una economía circular que “también se acuerde del agua” es clave en momentos como este, según la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que ha subrayado también la capacidad del elemento líquido para activar recursos, garantizando calidad, igualdad en la prestación de servicios y recursos suficientes para otros tantos usos que, hasta ahora habían quedado sin cubrir adecuadamente; tratando de revertir así la despoblación en nuestro país, facilitando la calidad del servicio en núcleos con pocos habitantes.
Es claro que, en este contexto, el agua es una “oportunidad extraordinaria de cara a las inversiones que activará el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, pensando en la próxima generación de europeos”, según Ribera. Y en este sentido, Félix Parra, CEO de Aqualia y presidente de la alianza StepbyWater, ha reflexionado sobre la importancia de que, en el marco de alianzas propuesto por Naciones Unidas en su ODS 17, se trabaje conjuntamente para “anticiparnos a la crisis del clima y a la crisis del agua, como una nueva forma de pensar términos de inversión con retorno”.
En opinión de la alianza StepbyWater, presidida por Aqualia, “dotar al agua del valor que le corresponde es una inversión de futuro en la gestión integral de nuestras economías, de nuestro sistema productivo, de nuestra cultura y de nuestra sociedad. Es una inversión que se anticipa a un nuevo colapso del sistema en su conjunto. Porque dotar hoy del valor que corresponde al agua es dotar de sentido la existencia misma. Y es una inversión con perspectiva tan a largo plazo como queramos que sea el desarrollo sostenible y la vida misma en el Planeta”.
A pesar de la más que evidente importancia del valor del agua en la reconstrucción del sistema que favorezca e inspire una verdadera transición ecológica, sustentada en principios de economía circular, que priorice la sostenibilidad de todos nuestros recursos y que optimice el conocimiento de sectores claves como el del agua, en según qué contextos, el agua tiene una presencia bastante diluida. “Y sin considerar el agua como eje estratégico de la recuperación, es más que improbable que se produzca la anhelada transición ecológica, impulsora de una renovada economía más social y sostenible”, ha concluido Félix Parra.