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De acuerdo con el informe Missed Opportunities: The High Cost of Not Educating Girls (Oportunidades perdidas: El alto coste de no educar a las niñas), en los países pobres solo una de cada tres niñas termina el primer ciclo de la escuela secundaria.

El informe Banco Mundial ennumera una serie de ventajas que proporcionaría un acceso a la educación secundaria para las ninñas que habitan en los países más desfavorecidos, entre ellos, una amplia gama de beneficios sociales y económicos para ellas mismas, sus hijos y sus comunidades. Estos beneficios incluyen la casi eliminación del matrimonio infantil, la reducción en un tercio de la tasa de fecundidad en los países con alto crecimiento demográfico y la disminución de la mortalidad infantil y la malnutrición.

Unos 132 millones de niñas en todo el mundo cuyas edades oscilan entre los 6 años y los 17 años, de las cuales el 75 % son adolescentes, aún no asisten a la escuela. Para aprovechar todos los beneficios de la educación, los países deben mejorar el acceso y la calidad para brindar a todas las niñas la oportunidad de aprender. Estas inversiones son especialmente esenciales en algunas regiones, como África al sur del Sahara donde, en promedio, solo el 40 % de las niñas termina el primer ciclo de la escuela secundaria. Asimismo, los países deben contar con políticas para respaldar el crecimiento económico vigoroso que generará empleos para una fuerza de trabajo educada y en expansión. “Cuando 130 millones de niñas no pueden convertirse en ingenieras o periodistas, o directoras ejecutivas de una empresa porque la educación está fuera de su alcance, el mundo pierde billones de dólares que podrían ayudar a fortalecer la economía mundial, la salud pública y la estabilidad", según Malala Yousafzai, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2014 y cofundadora del Fondo Malala. “Si los líderes mundiales se comprometen a construir un mundo mejor, deben comenzar por invertir en la educación secundaria de las niñas. Este informe es una prueba más de que no podemos permitirnos retrasar la inversión en las niñas”.

Además, las mujeres con educación secundaria están más capacitadas para tomar decisiones en sus hogares, incluso las relativas a la atención de su propia salud. Es menos probable que padezcan violencia de pareja y afirman que gozan de mayores niveles de bienestar psicológico. Por otra parte, sus hijos son más sanos, y es menos probable que sufran malnutrición y más probable que asistan a la escuela y aprendan. Por último, las niñas que han recibido una mejor educación suelen participar más plenamente en la sociedad y ser miembros activos de su comunidad. Si todas las niñas en el mundo completaran 12 años de educación de calidad, los ingresos a lo largo de toda la vida de las mujeres podrían aumentar entre 15 billones y 30 billones de dólares a nivel mundial. Las mujeres con educación primaria ganan solo entre 14 % y 19 % más que las mujeres sin educación, pero aquellas con educación secundaria ganan casi el doble que las mujeres con educación primaria o un nivel educativo menor.

 

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