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Heineken presenta en Doñana el fin de sus actuaciones de regeneración de tres lagunas que buscan mejorar el régimen hídrico de un espacio muy castigado por las extracciones para regadío

Falta por ver si se consolidan las restauraciones de los humedales entre los municipios de Hinojos (Huelva) y Villamanrique de la Condesa (Sevilla), pero llevar agua a Doñana, un espacio protegido en el que no brilla precisamente por su abundancia, resulta siempre prometedor. Y ver que hay indicios e incluso presencia de ese agua en lugares donde llevaba años ausente, promete más en plena ola de calor de este mes de junio.

lagunas donana heinekenLa pasada semana Heineken invitó a un grupo de periodistas a visitar la conclusión de las labores de restauración de tres lagunas situadas al norte del Espacio Natural de Doñana, superficie que incluye los parques nacional y natural. “La siguiente fase queremos que esté en manos de un comité de seguimiento de carácter científico bajo la tutela de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, para que confirme si las lagunas recuperan adecuadamente su nivel hídrico”, sostiene Mauricio Domínguez-Adame, director de Responsabilidad Social Corporativa de Heineken.

Los actos organizados por Heineken presentaron unas actuaciones de restauración que han durado seis meses y han conllevado la inversión de 300.000 euros. El Proyecto Doñana forma parte de la estrategia de sostenibilidad Brindando un Mundo Mejor que, además del agua, incluye otros pilares: reducción de emisiones de dióxido de carbono, propiciar compras locales, practicar un consumo responsable, fomentar la seguridad y la salud y contribuir al crecimiento de las comunidades.  

En cuanto al pilar hídrico (cada botella de cerveza contiene un 95 por ciento de agua) la cervecera se ha marcado el objetivo de devolver al medio los 420 millones de litros de agua al año que consume su fábrica de Sevilla. Es decir, intenta llegar a un balance hídrico neutro partiendo de esta instalación. “No nos obliga nadie a ello, ninguna ley, pero lo consideramos esencial al formar parte de un país con un elevado estrés hídrico”, afirma Jorge Paraleda, director de Relaciones Corporativas de Heineken España. El compromiso se enmarca en un programa internacional (Water Balancing), que afecta a países en situación de estrés hídrico donde opera la compañía.

heineken donana copyEl cumplimiento de dicho objetivo se consigue con la reducción del consumo en el proceso de fabricación (un 10 por ciento menos en 2016 con respecto a 2015) y con la restauración de lagunas como la de San Lázaro, en Villamanrique de la Condesa; y las del Lince y Las Pardillas, en Hinojos, “mejorando su funcionalidad hídrica y ecológica”, apostillan desde la empresa.

Para ello se ha corregido el drenaje de agua y se han sustituido en las orillas eucaliptos y pinos piñoneros por especies de ribera. Las actuaciones realizadas están encaminadas a facilitar la captación de aguas fluviales y pluviales y la consiguiente recarga de los vasos lagunares y del acuífero, muy dañado por la extracción para regadíos. En los trabajos, que comenzaron en noviembre de 2016 ha colaborado Commonland, empresa especialista en la restauración y recuperación de paisajes.

Mejoras en la biodiversidad, la economía y la sociedad en general

Domínguez-Adame destaca que “las intervenciones están avaladas por el voto previo unánime del Consejo de Participación de Doñana”. Subraya igualmente que “el aumento del volumen de agua conllevará mejoras en la biodiversidad de la zona, pero también en los retornos económicos y sociales”. En este aspecto le secundan los alcaldes de los municipios concernidos, que, como el de Hinojos, Miguel Ángel Curiel, añade “el tirón turístico que supondrán tras recuperar unas lagunas que estaban completamente abandonadas”. El de Villamanrique de la Condesa, José Solís, recuerda con nostalgia que “la de Las Pardillas se utilizaba como zona de baño”.

Tampoco hay que olvidar que esta zona de Doñana es hábitat del lince ibérico, el felino más amenazado del mundo, y que el nombre de la laguna de los Linces se debe a que cuando se prospectaba el área a rehabilitar detectaron la cría de una hembra de esta especie. José Fiscal, consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, quiere reseñar también “la trascendencia de estas lagunas para la rica avifauna de Doñana, al encontrar un cobijo importante más allá de la marisma”.

Estas actuaciones presentadas ahora en Doñana se completarán con otras enfocadas a conseguir el mismo balance hídrico neutro en el entorno de las restantes plantas de la compañía en España: Madrid, Valencia y Jaén. En esta última provincia tienen en marcha un ambicioso proyecto de I+D (Proyecto Olivo) cuyo objetivo es ahorrar cerca de 700 millones de litros de agua al año mejorando su infiltración en el suelo al sembrar cebada entre los olivos.

Por último, con respecto a las fábricas de Madrid y Valencia, Domínguez-Adame adelanta que “estamos localizando lugares de actuación en las cuencas del Tajo y del Júcar, y en concreto en los ríos Manzanares y el Barranco del Poyo, respectivamente”.

 

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