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Ética, emociones y economía: la gestión actual de las organizaciones, así se tituló el XXII Congreso Anual de EBEN-España, organizado en Blanquerna-URL por EBEN y la Cátedra ETHOS de la Universidad Ramon Llull (URL), que terminó el pasado viernes después de dos días de trabajo. El Congreso fue inaugurado por Josep Maria Garrell, rector de la URL; Maite Fandos, teniente de alcalde de Calidad de Vida, Igualdad y Deportes del Ayuntamiento de Barcelona; Francesc Torralba, director de la Cátedra ETHOS URL; y Joan Fontrodona, presidente de EBEN-España. Aquí tienen lo más destacado de estas jornadas.

El presidente de la Red Europea de Ética Empresarial (EBEN son sus siglas en inglés), Fontrodona, destacó que es importante que la ética tenga que decir en la relación de la economía y las emociones, y que la complejidad en las organizaciones no se soluciona poniendo más racionalidad económica.

Torralba remarcó que los profesores de ética aplicada “pensamos cómo organizar estas tres “E” (ética, emociones y economía) en las organizaciones”. Torralba diferenció entre las emociones positivas, como aquellas que ayudan al fin de la organización; y las negativas como la envidia. El director de la Cátedra ETHOS-URL apuntó que las personas son el principal agente que actúa en las organizaciones y que cuando una organización está gobernada éticamente con emociones facilita el fin mismo que la organización se plantea.

El rector de la URL, Josep Maria Garrell remarcó que "para la URL la ética es una inversión de verdad. No se trata de una estrategia de maquillaje. La Cátedra ETHOS se creó desde los inicios de la Universidad. Creemos, e invertimos. Velamos para que nuestros planes de estudio incluyan temas de ética aplicada”. En relación a la Responsabilidad de las Universidades hacia la sociedad (la llamada RSU) Garrell insistió que es necesario reflexionar sobre cuál ha sido la RSU durante la crisis y qué se puede hacer en un futuro.

La primera mesa redonda: La gestión de la complejidad de las organizaciones; contó con Begoña Roman (UB); Ángel Castiñeira (ESADE-URL), Josep Maria Gay de Liébana; moderada por Josep Maria Lozano (ESADE-URL).

Roman insistió en la importancia de explicitar cuál es la ética de cada organización. Pero también hizo hincapié en la ética corporativa, es decir, qué tipo de empresa se quiere ser y como se argumenta a los grupos de interés con persuasión. “Argumentar y tomar decisiones implica explicitar valores, comunicar bien las acciones (prevención), saber qué consecuencias podemos controlar, en qué contextos, y ese argumento tiene que ser persuasivo para poder cambiar la opinión”, ha añadido. La experta en ética también ha apelado al liderazgo, “que tiene que ver con forjar equipos, buscar la causa compartida, gestionar proyectos de muchas personas y stakeholders, y explicitar los fines y no perderse en los medios”. 

Castiñeira se centró en las variables complejidad y tiempo de los acontecimientos o sucesos que tienen lugar a escala mundial.  El profesor de ESADE-URL se ha centrado en el concepto del “multilateralismo eficiente” que es la suma del valor de la eficiencia y el valor de la legitimidad al actuar unilateralmente o multilateralmente. ¿Cómo combinar ambas? Castiñeira afirma que aún no se ha conseguido: “En 2002 hubo la conocida Cumbre de Medio Ambiente dónde se reunieron muchos países para hablar de Co2 y el resultado es nulo hoy día”. En la empresa, explica Castiñeira, “no necesitamos más legitimidad que la que nos da el Consejo o el empresario, en cascada, de arriba abajo para que sea eficiente”; y, refiriéndose al unilateralismo, subraya que “ninguna organización empresarial podrá salir adelante solo con las decisiones que se toman arriba”.

El profesor Castiñeira concluyó que dar respuesta a la complejidad implica modificar estructuras de la organización y modificar la función directiva de los líderes. “Las organizaciones que prosperen en el futuro tendrán un núcleo duro y estable, una identidad y valores definidos, y una estructura por fuera que le permitirá interactuar con el entorno (organización aguacate). Contrariamente, las que tengan una estructura rígida, protegida y hueca por dentro (organización coco) no perduraran. Castiñeira empló otra metáfora, la organización “estrella de mar”, para explicar que las que desarrollen un núcleo (dimensión ética y valores), y que a su vez sus estructuras tengan autonomía, serán más fuertes, ya que si un brazo falla, la capacidad de autoregeneración será autónoma. Además, añadió, “necesitamos cada vez menos líderes controladores y más distribuidores, que sepan cultivar y empoderar a los miembros porque vamos hacia leaderful organizations, es decir, aquellas que promueven liderazgos en todos los niveles organizativos”.

Gay de Liébana dibujó un contexto socioeconómico difícil . “Ni Europa, ni España, ni Cataluña tiene líderes porque han apostado por el cortoplacismo y no han sabido invertir. Hay una diferencia entre el mero político y el que también hace estadísticas”. Refiriéndose a los que defienden que la UE es el gran referente, destacó que ésta tiene “un activo total de 150.000 millones de euros y una deuda de 190.000 millones de euros. Está en quiebra. España tiene una deuda de 980.000 millones y cuando termine el año deberá aún más y no lo podrá pagar”. Liébana también se refirió a la RSE(Responsabilidad Social empresarial) para decir que las memorias de sostenibilidad son “palabras bonitas en papel cuché” y señaló que las cuentas de resultado habría que distinguirlas entre las humanas y las no humanas.

La segunda mesa redonda: La gestión de la complejidad de las organizaciones con ánimo de lucro; contó con Ramon Agenjo (DAMM) e Ignasi Fainé (AGBAR); moderada por José Sols (IQS-URL)

Agenjo contó como las organizaciones han cambiado mucho en pocos años, y es que él mismo ha vivido en primera persona grandes avances en DAMM ya que su trayectoria profesional ha estado siempre vinculada al Grupo, por ser descendiente directo de Josep Damm, fundador de la empresa cervecera en 1876. .

“El reto que tenemos es impresionante”, éstas fueron las palabras de Fainé después de explicar el futuro del agua en el mundo. Fainé expuso cual es la estrategia de desarrollo sostenible de Agbar. Algunas de las claves que dio fueron las siguientes: “Antes pensábamos que los clientes eran lo más importante, ahora no, y para nosotros es muy importante satisfacer a todos los grupos de interés. Para ello primero debemos identificarlos a todos para luego poder satisfacer sus expectativas. Fainé ha explicado que para gestionar la complejidad “hay que buscar objetivos comunes y el nuestro es el desarrollo sostenible”. Asimismo expuso tres puntos en los que una organización debe basarse para poder gestionar esta complejidad: la cultura y la formación en valores; la transparencia de una organización pero también de las personas que la forman que es quien da credibilidad; y el liderazgo.

La tercera mesa redonda: La gestión de la complejidad de las organizaciones sin ánimo de lucro; contó con Àngel Miret (Ayuntamiento Barcelona); Arcadi Oliveres; Carles Folguera (La Masia, FCB); moderada por Daniela Gallegos (Fundación CEPAIM)

Miret habló de la importancia de la colaboración entre administración y sociedad de la mano del Acuerdo Ciudadano para una Barcelona Inclusiva, que han firmado más de 500 entidades sociales de la ciudad condal conjuntamente con la administración local. 

“Tenemos una sociedad enferma”, afirmó Oliveres. Para poder sanarla el expresidente de la organización Justicia y  Pau, que centra su actividad en los derechos humanos, apuntó distintas medidas para poder sanarla. En primer lugar, intentar ver cuál es la verdadera información ya que dicha información está contaminada y no es transparente. En segundo lugar, frenar la especulación financiera, implementar la Tasa Tobin y apostar por la banca ética. “A pesar de que ambas palabras parezcan inverosímiles la banca ética funciona en Gran Bretaña desde el 1897”. En tercer lugar, preocuparse verdaderamente por el medio ambiente y entrar en la sociedad del decrecimiento material. En cuarto lugar, promover un cambio radical de valores, sobre todo los que acompañan la ética y la empresa. 

Folguera centró su exposición en contar lo complicado que es gestionar las complejidades en La Masia del Futbol Club Barcelona, la cual dirige desde 2002. 

En cuanto a la sostenibilidad, Anna Bajo, profesora de la Universidad Pontifica Comillas, fue la encargada de presentar a Amareswar Galla, director ejecutivo del International Institute for the Inclusive Museum y senior advisor del World Culture Forum. 

Galla, quien pronunció la conferencia de clausura, Ethics of engagement, Systems Approach or Inclusive Frame se preguntó cómo los lugares donde vivimos constituyen quién somos, cómo sentimos, qué nos emociona. Galla citó referentes morales como Gandhi, Umberto Eco, Amartya Sen o Nelson Mandela para entender una realidad compleja y multicultural. Y es que este profesor indio es un altavoz de la multiculturalidad y la diversidad lingüística. Cree que si se quiere transformar una nación se debe hacer de manera inclusiva.

Galla se preguntó qué negocio hay detrás del desarrollo sostenible. “El pasado no sirve. Hace falta crear nuevas morales para llevar a cabo un desarrollo sostenible éticamente aceptable”. Por ejemplo, “¿están las entidades financieras construyendo una nueva identidad corporativa coherente basada en la ética para recuperar la confianza de los mercados?” Para Galla una manera de hacerlo es el trabajo con casos ya que “permite contrastar la diversidad de humanidades que esta compleja globalización nos obliga a aunar. La gente aprende mucho más qué es la ética cuando explicamos qué no es. Y ese es el sentido del estudio de casos”.

En este sentido Galla defendió que existe un consenso generalizado de que el desarrollo sostenible paga dividendos para la posteridad. Sin embargo, los errores sistemáticos en las organizaciones del sector público y privado, que impiden la relevancia y capacidad de respuesta de las preocupaciones del Siglo XXI, exigen replantear los métodos y enfoques con la honestidad, la transparencia y la integridad. En la Cumbre Río +20, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, crítico del progreso insatisfactorio en la implementación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, dijo que "más de lo mismo no se va a hacer. En este sentido Galla aboga por preguntarse “cuál es nuestro compromiso ético en todas las formas de negocio. Tenemos que asegurarnos de que la acción de investigación y cultural informen del nexo entre los cuatro pilares de la sostenibilidad: social, económica, cultural y ambiental; según la Agenda para el Desarrollo de la ONU 2015. Nuevos modelos y modalidades de participación tienen que desarrollarse para conseguir los futuros Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

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