Ambos han sido reconocidos por transformar en ciencia la arquitectura de ordenadores y diseñar los procesadores de los dispositivos actuales. Sus contribuciones teóricas llevaron al desarrollo de RISC, una arquitectura que simplificó las instrucciones necesarias para la ejecución de cualquier programa informático, en la que hoy se basan los procesadores centrales de prácticamente todos los ordenadores de mesa, portátiles, teléfonos inteligentes, tabletas y servidores de centros de datos.