Pocas veces se oye hablar de una forma tan clara y directa del papel de la mujer y de lo que debería hacer para cambiar como lo hace la secretaria de Estado de Igualdad. Con frases contundentes, como "desertar de lo doméstico" o "rebelarse y ser transgresora". Rechaza palabras como diversidad, cuota, o conciliación a las que califica como "una malversación" porque no reflejan la realidad.