Este año se cumplen diez años del hito que, de la mano de John Ruggie, marcó un antes y un después en la valoración de las empresas como agentes protectores de los DD.HH. Se trata de la creación del marco de referencia para trabajar los derechos humanos dentro del entorno empresarial: los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos.