En las últimas dos décadas, movimientos como "Ni Una Menos" o "Me Too" han impulsado la visibilidad global de las desigualdades de género, mientras España ha avanzado en leyes de igualdad y diversidad. Aunque la cultura enfrenta desafíos, desde la era individualista hasta la confusión entre cultura y tradición, es crucial establecer medidas para promover una participación cultural más inclusiva y transformadora.