Según datos recopilados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una de cada tres personas migrantes falleció cuando huía de un conflicto. El 60% murieron ahogados y otro 70% nunca es identificado, lo que hace que las familias y las comunidades sufran con la falta de claridad sobre lo que le ocurrió a un amigo o pariente. Concretamente, los expertos estiman que más de 63.000 personas han muerto en la última década cuando migraban a otro país.