La Eurocopa y los Juegos Olímpicos de 2024 se están publicitando como sin precedentes lo que a sostenibilidad se refiere. En ambos casos se están implementando medidas innovadoras para reducir su impacto ambiental, desde la organización del calendario de partidos hasta la reutilización de infraestructuras. Sin embargo, detrás de estos avances, seguimos encontrando los eternos dilemas morales que no pueden ser ignorados.