Es frecuente, sobre todo en estos momentos, encontrarnos con ideas y hechos que se van imponiendo en nuestra sociedad, y no hacemos una reflexión profunda de cómo y por qué hemos llegado a esta situación de valorar lo secundario antes que lo principal, lo anecdótico por encima de lo elaborado concienzudamente, y lo esperpéntico sobre lo pausado.