El Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés) se creó para apoyar los esfuerzos de los países en desarrollo por limitar o reducir sus emisiones y ayudarlos a adaptarse a los efectos del cambio climático. Diseñado para ser un mecanismo de financiación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), es una institución jurídicamente independiente, con una secretaría designada y una junta que fiscaliza las decisiones de entrega de financiación, que funciona bajo la orientación y supervisión de la Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC. España, que forma parte del mismo desde su creación en 2010, aportará 150 millones de euros en el periodo 2019-2023.