Estas cifras son la prueba de que hemos fallado como humanidad. Las y los niños migrantes mueren en el mar Mediterráneo a la vista de todos y el mundo lo ignora deliberadamente. La agencia de la ONU para la infancia revela que en los primeros seis meses del año se duplicó la cifra de esos decesos en relación con el mismo periodo del año anterior. Los conflictos y el cambio climático están obligando a un número cada vez mayor de niños a embarcarse en el peligroso viaje.