Hace unos días escuché hablar de Pando (o el Gigante Temblón). Se trata de una colonia surgida a partir de un álamo. Toda ella forma parte de un único organismo viviente con un sistema masivo de raíces bajo tierra. El mayor organismo viviente conocido. Me resultó apasionante: aparentemente son seres individuales, con distinto aspecto, frondosidad, ramaje, volumen, aportación al entorno, que sumados conforman un bosque. Y, sin embargo, son un solo organismo. No puedo evitar hacer un símil con los equipos de trabajo.