Inaugurada en 2015 como la primera plataforma española de inversión participativa autorizada por la CNMV, Bolsa Social ha tomado la decisión de evolucionar en su estrategia empresarial y dejar atrás su rol exclusivo como plataforma de crowdfunding. La empresa ha diversificado sus servicios al presentar tres nuevas herramientas de inversión con servicios premium, con el objetivo de potenciar aún más la inversión de impacto en España.