La dimensión social interna de la RSE cobra especial protagonismo ante la crisis de la pandemia, demandando a diferentes actores un mayor compromiso empresarial con la protección de los trabajadores y el contexto socioeconómico próximo. En este sentido, Naciones Unidas recuerda la importancia de ayudar a las personas a afrontar la adversidad mediante la protección social y los servicios básicos, lo que nos llevaría a valorar la posible contribución de las empresas al sistema de bienestar.