En un escenario de creciente inestabilidad climática, las empresas enfrentan el desafío de integrar la adaptación al cambio climático en sus estrategias. A pesar de las evidencias sobre los riesgos financieros, solo una minoría ha implementado medidas para mitigar el impacto de fenómenos extremos. La clave para asegurar su futuro radica en fortalecer la resiliencia y aprovechar las oportunidades que ofrece un entorno en transformación.