Érase una vez un cerdo y una gallina que hablaban tras la barra de un bar hasta que la gallina le miró fijamente y educadamente le preguntó:
Oye cerdo, ¿Qué te parece si montamos un restaurante?
Y el cerdo ilusionado dijo:
Bien, magnífico me parece una excelente idea.
Tras pensar un rato el cerdo preguntó:
Y ¿cómo se llamaría nuestro restaurante, gallina?
Se llamaría “Huevos Fritos con Jamón”
Entonces el cerdo le dijo:
Pues creo que no vamos a montar ningún restaurante porque mientras yo me comprometo y pongo toda la carne en el asador tu solo te implicas con un par de huevos que puedes reponer fácilmente.
Y esto mismo es lo que pasa con las empresas en su compromiso con la RSE, que puede estar integrada en toda la empresa de forma transversal (como en el caso del cerdo) o simplemente se dedica a hacer acciones de Greenwashing (como nuestra gallina).
Las empresas que se comprometen:
“Mueren” por la causa
Se entregan al 100%
Se sienten recompensadas por su forma de actuar sin necesidad de recibir reconocimiento externo
Están totalmente enfocadas
Son proactivas
Permanecen
Las que son como gallinas:
Creen en la causa
Ofrecen su apoyo
Esperan una recompensa
Necesitan una motivación
Son reactivas
Abandonan
Lo dicho, el cerdo se compromete, la gallina sólo se implica.