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El pasado martes (26 de agosto) tuve que desayunarme este video en el que se dice:

“What truly matters is that we never forget that our success is based on always giving the viewer something compelling to watch”

“Lo que importa de verdad es que no olvidamos que nuestro éxito se basa en siempre dar al espectador algo que le fuerce a mirar”

 

Se puede ver a la actriz colombiana Sofía Vergara girando, cual maniquí en una vitrina, mientras Bruce Rosenblum -CEO de la Academia de Arte y Ciencia de la Televisión en Estados Unidos- le dice a la audiencia que el éxito de la televisión radica en que siempre le han dado a su audiencia algo “que no pueda evitar mirar”, como parte de una reflexión sobre la “diversidad” en la producción televisiva.

Otra ocasión en la que no han desperdiciado la oportunidad de presentar a la mujer como un objeto. Incluso aunque intenten enmascararlo de exactamente lo contrario.

Los habrán que digan que no sabemos pillar la gracia, pero para mi el mensaje (otra vez) estaba claro: “calla y luce bonita”.  Ahí… reforzando los peores estereotipos de las mujeres. Verla dando vueltas me recordó a las muñecas Barbie con sus cuerpos envidiables, curvas inimitables, sonrisa perfecta y profesiones relevantes. No olvidemos que Barbie ha sido candidata a la presidencia, sin enseñar una sola arruga facial ni canas en el cabello. Personalmente, prefiero a la Barbie profesora de español, que venía con quiz incluido. Reconozcámoslo, lo más relevante de Barbie sigue siendo su armario, no su currículum.

(Lista completa de sus profesiones aquí).

 

barbie-president-doll

Muy presidencial.

A pesar del tiempo, a pesar de haber demostrado una y otra vez de lo que somos capaces las mujeres, constantemente volvemos a ser encasilladas en roles poco relevantes, que sólo tienen sentido porque apoyan roles masculinos o dependen de ellos.  No me considero feminista per se, ni activista de los derechos de la mujer, pero se debe estar ciego para no reconocer que todavía queda mucho camino por recorrer en la lucha por el respeto y la igualdad.

Esto se puede ver hasta en los juguetes, incluso en los mejor valorados por su potencial educativo.  Soy fan de LEGO, veo los modelos que han tenido mis hijos y son maravillosos.  Yo los hago. He pasado horas divertidísimas programando con LEGO Mindstorms. Sin embargo, no puedo evitar sentir una puñalada en el estómago cuando veo los supuestos LEGO para niñas:

         Lego pasarela

Si, una pasarela para desfile de modelos. Esto es lo que te sugiere LEGO si buscas “LEGO for girls”.

¿Por qué esa búsqueda no me sugiere también todos los LEGO que tienen aventuras en el océano, estaciones de policía y bomberos, naves espaciales, iconos de la arquitectura o castillos medievales? ¿Es que los niños pueden ser astronautas o luchar contra dragones pero las niñas sólo pueden ser princesas que esperan reactivamente ser rescatadas?

Un dato que me parece revelador: mientras que el 66% de las niñas de cuarto de primaria dicen que les gustan las matemáticas y la ciencia, sólo hay un 18% de mujeres estudiando ingeniería. ¿Que pasa en ese punto intermedio? ¿Por qué de repente la ingeniería sigue siendo una carrera de hombres?  En mi universidad era así: fuimos 20 chicas en una clase de 100 alumnos en primer año de ingeniería.

Si la imagen que se proyecta de la mujer en la televisión, en la literatura y en los medios es una imagen parcial de cómo nos ven los hombres, terminamos creyendo que esa imagen es la correcta y ayudamos a alimentar ese círculo vicioso.  Patrones de imagen como esos nos llevan a pensar que “correr como una chica” es un insulto:

Continuamente vemos personajes femeninos con atributos que “encajan” con la idea preconcebida que una audiencia -o grupo de la sociedad- tiene sobre las mujeres.  En muchos casos, dichos atributos llegan a ser ofensivos, pero están tan arraigados que los consideramos aceptables.  Los peores casos son aquellos que se esconden detrás de una supuesta consciencia integradora, que busca “alejarse” de las situaciones discriminatorias… Así que incluyen un único personaje femenino, muy estereotipado en medio de todo un universo de hombres.  Se conoce como “Principio de Pitufina”  porque, si -adivinaste bien-, la Pitufina es la única chica entre todo un mundo de pitufos masculinos, enviada por Gargamel para alterar la tranquilidad existente.  Un dato más escalofriante: la Pitufina original era MORENA y malvada, así que Papá Pitufo se encierra con ella y después de mucho esfuerzo la vuelve RUBIA y buena. Sin comentarios.

Da igual que el 50% de la población mundial seamos mujeres, claramente con un único personaje femenino en medio de un mundo masculino estamos adecuadamente representadas (ironía, por si no se infiere adecuadamente).

Los personajes femeninos son tan limitados, en cuanto a relevancia y trascendencia, que invito a hacer este test cada vez que veamos una película.  Es más, lo extiendo a las series de televisión y a la literatura:

Test de Bechdel

  1. En la película salen al menos dos personajes femeninos, con nombre propio.
  2. Dichos personajes se hablan la una a la otra en algún momento.
  3. Dicha conversación trata sobre algo que no sea un hombre (no limitado a relaciones románticas, por ejemplo dos hermanas hablando de su padre no pasa el test o si sólo cruzan una frase entre ellas, tampoco).

(http://es.wikipedia.org/wiki/Test_de_Bechdel)

Nosotras mismas también somos responsables de esta situación y de nuestra mano está hacer algo por cambiarla.  Para finalizar, dejo los treinta compromisos  incluidos en una campaña contra el machismo y que todas debemos seguir y promulgar:

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