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Uno de los momentos de mi infancia escolar que recuerdo con más satisfacción es el de abrir, al comienzo del recreo, el bocadillo que me había preparado mi madre. Enseguida aprendí una cosa: cuando tenía el bocadillo en la mochila ni me acordaba de él; pero cuando se me había olvidado en casa no podía dejar de pensar en que no lo tenía.

Quizás nos sucede algo similar con las prestaciones y ventajas de nuestro estado del bienestar. Mientras disfrutábamos de ellas ni las valorábamos siquiera. Exigíamos, despotricábamos, criticábamos y todo nos parecía escaso y mediocre. Ahora que nuestro sistema se tambalea es cuando nos parece que forman parte de una Edad de Oro, que como la clásica, me temo que tampoco va a volver.

El señor de la foto es Luis de Guindos Jurado. Es ministro de Economía y Competitividad de Reino de España, hombre brillante y competente donde los haya, sin duda, pero mirándola con atención he pensado que tiene todo el aire de ser uno de los que quitaban el bocadillo  a los niños más débiles. Son cosas mías.

En aquellos años expuse mis quejas a mis padres y no quisieron ayudarme. Me dijeron que debía aprender a luchar yo sólo por mi bocadillo. He crecido, pero ahora debo encontrar de nuevo una forma de seguir haciéndolo, porque siguen queriendo quitármelo.

 

@Xayme

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