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El 13 de enero marca la celebración del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, brindándonos una valiosa oportunidad para poner de relieve la importancia de la salud mental. Cada vez es más común ver a medios de comunicación, personalidades famosas y personas en su vida cotidiana abordar abiertamente los desafíos relacionados con la salud mental. Aunque aún persisten obstáculos significativos, el acto de romper el estigma y transformar la problemática en un tema social emergente es un logro considerable.
Crear comunidades empáticas, fundamental para promover la salud mental

De acuerdo con los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión emerge como una de las enfermedades más prevalentes, impactando a más del 3,8% de la población global (alcanzando el 5% en el caso de los españoles según la Encuesta Europea de Salud de 2020). Contrario a concepciones pasadas, la depresión no se limita simplemente a sentirse triste o abrumado; constituye un estado mental que absorbe la vitalidad, oscurece la percepción de la realidad y difumina la esperanza. Este desafío, complejo y diverso, suele enfrentarse en silencio e invisibilidad, dejando una profunda huella en las tasas de mortalidad y morbilidad, siendo la causa principal de incapacitación.

La discusión sobre la salud mental se torna imperativa. La escasez de atención médica, recursos y las barreras culturales que rodean la salud mental perpetúan la necesidad de combatir la depresión. Por esta razón, en el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, celebrado el 13 de enero, Cruz Roja hace un llamado a la acción, instando a la sociedad a fomentar la empatía y la comprensión, construyendo comunidades solidarias que destierren mitos y estigmas, y proporcionando herramientas para abordar este problema.

Normalizamos experiencias cotidianas como la ansiedad, el insomnio debido a preocupaciones, o nos autoconvencemos de que son fases temporales, minimizando su importancia. Sin embargo, estos síntomas son señales suficientes para activar mecanismos de defensa y autocuidado, ya que no es necesario estar en un estado "muy mal" para buscar ayuda. Cruz Roja identifica que la mayoría de las personas deberían haber solicitado ayuda dos o tres meses antes para evitar la necesidad de intervención especializada de segundo nivel, o caer en la desesperanza y un ciclo negativo.

La depresión, un trastorno del estado de ánimo, afecta la forma en que una persona se siente, piensa y realiza actividades diarias. A menudo, se manifiesta con una persistente sensación de tristeza y la pérdida de interés en actividades anteriormente placenteras. Este trastorno puede adoptar diversas formas, impactando no solo en la salud mental sino también en la calidad de vida en general.

Contrario al estigma asociado, una persona con depresión puede aparentar una vida normal, sonreír y relacionarse, ocultando sus sentimientos diariamente, pasando desapercibida incluso para quienes le rodean. Este ocultamiento representa uno de los mayores desafíos al abordar la depresión, junto con la escasez de recursos, falta de comprensión y empatía.

Cruz Roja subraya la importancia de manejar emociones desagradables que podrían evolucionar hacia problemas de salud mental. Es crucial aprender a gestionar estas emociones, prestando atención a las señales de alerta como la pérdida de energía, la irritabilidad, la sensación de vacío o el aislamiento. Cuando el malestar persiste y afecta la vida diaria, es esencial buscar ayuda profesional en lugar de intentar continuar como si nada ocurriera.

Reconocer las emociones constituye el primer paso hacia la aceptación; es crucial valorar y diferenciar las emociones presentes en un momento dado, identificar su origen y reflexionar sobre la necesidad de actuar. Dialogar con otros sobre estas emociones se vuelve fundamental para superarlas, otorgándoles la importancia que merecen y aceptándolas.

El apoyo psicológico y psicosocial es esencial. En abril de 2020, Cruz Roja lanzó el servicio 'Cruz Roja Te Escucha 900 107 917' para brindar alivio emocional, especialmente durante la pandemia. Casi cuatro años después, con 24,309 llamadas recibidas (7,215 de enero a noviembre de 2023, un aumento del 6.16% respecto a 2022), se ha vuelto un servicio esencial para la población, trascendiendo la pandemia y abordando problemas de aislamiento o soledad, especialmente entre aquellos con problemas de salud, discapacidad o vulnerabilidad. Del total de llamadas, el 4.65% requirió derivación a niveles especializados en la atención, y un 1.4% alcanzó el tercer nivel.

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