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En esta entrevista a Diario Responsable, Jorge Serrano, director Técnico de Negocio de DCN, nos explica los principales factores que hacen que un entorno urbano responda a una visión sostenible, lo que implica abarcar los prismas social y económico, además del estrictamente medioambiental, "aunque muchas veces las medidas de sostenibilidad, como pueden ser la estrategia de movilidad, o la planificación energética, por poner dos ejemplos claros, tocan más de una de estas facetas".

¿De qué forma se ha abordado la sostenibilidad en Madrid Nuevo Norte?

La sostenibilidad se ha acometido como una variable más del diseño del proyecto, y se ha tenido en cuenta desde los primeros bocetos, incorporándose durante todo el proceso de planeamiento. Un proceso guiado en todo momento por los objetivos de la Agenda 2030 y la Agenda Urbana Europea. Desde DCN diseñamos en las primeras fases una estrategia con nuestra visión de cómo debía abordarse la sostenibilidad en el proyecto. Esta visión fue compartida con el Ayuntamiento, que la incorporó e integró en el planeamiento definitivo. En la normativa resultante se incluyen ya medidas pioneras que suponen verdaderos hitos en el urbanismo de nuestro país, como, por ejemplo, los requerimientos de ahorro energético, que exigen valores superiores a los exigidos en el Código Técnico de la Edificación. Esta normativa, materializada en una modificación puntual del Plan General con ordenación pormenorizada, es sólo un punto de partida para desarrollar en detalle, definir y alcanzar cotas aún más ambiciosas en los futuros proyectos de urbanización.

¿Podrías resumir cuáles son las principales actuaciones que tienen previstas para conseguir crear un barrio 100% sostenible?

Partiendo, como decía, de la base del planeamiento ya aprobado, desde DCN estamos abordando de forma específica aspectos de sostenibilidad que requieren de un desarrollo propio, tanto por su importancia como por el carácter pionero de las medidas que se necesitan implementar.

Ahora que el proyecto ha entrado en su fase de ejecución, es el momento de definir toda una batería de medidas asociadas a la realidad física del nuevo desarrollo, que se plasmarán en los proyectos de urbanización. Para ayudar a acometer esos proyectos que definen constructivamente el nuevo entorno urbano, hemos identificado ocho líneas de trabajo que estamos desarrollando y que van a servir de libro blanco, de hoja de ruta sostenible que va a aportar nuestra visión de cómo tiene que materializarse la sostenibilidad en la ciudad que queremos crear. Dichas líneas de trabajo cubren temáticas clave como la energía, con el foco puesto en la eficiencia y la descarbonización, la potenciación de la generación renovable local, o la gestión inteligente de la distribución; la gestión de residuos bajo la óptica de la economía circular;  la gestión del ciclo del agua a través de la incorporación de técnicas de drenaje sostenible y utilización de recursos hídricos alternativos; la logística de última milla; el desarrollo de la Smart city en un entorno con la máxima conectividad digital; y la integración de todos estos factores en un diseño del espacio público naturalizado, con las máximas condiciones de habitabilidad, funcionalidad y que garantice la  accesibilidad universal plena.

Es de reseñar asimismo que en todos estos análisis se ha introducido la variable de los escenarios de cambio climático, para asegurar la resiliencia del proyecto.

¿En qué se diferencia esta forma de hacer urbanismo de otros desarrollos que se han llevado a cabo en Madrid?

Madrid Nuevo Norte es el proyecto de regeneración urbana más relevante de Europa y, como tal, destaca de entre todos los proyectos urbanísticos de nuestro entorno, ya que se ha planteado como un espacio de oportunidad para introducir a gran escala medidas pioneras de sostenibilidad y bienestar desde el prisma social, económico y medioambiental. ​​Una gran diferencia con respecto a otros desarrollos es que Madrid Nuevo Norte actúa sobre la ciudad consolidada, regenerando terrenos degradados sin consumir suelo nuevo y reduciendo el impacto sobre el territorio, al mismo tiempo que conecta barrios históricamente aislados por las vías del tren y respeta su identidad. 

Otra gran diferencia es la apuesta decidida por un diseño urbano denso, compacto, de usos mixtos, caminable y ciclable, un modelo que genera espacios públicos de gran calidad y activa la vida urbana.​ La naturalización de la ciudad es un eje conductor de este proceso. 

Pero, tal vez, el elemento diferencial más singular de Madrid Nuevo Norte respecto de otros planteamientos urbanísticos es el papel de la movilidad en el diseño urbano. La hegemonía radical de la movilidad sostenible como elemento que ha moldeado la estructura urbana ha sido un principio fundamental de diseño, desde el inicio en la ordenación. Todo ello, partiendo del gran potencial de la estación de Chamartín como nodo principal de conexión, un hub de primera magnitud que se va a convertir en el principal centro de la Alta Velocidad ferroviaria del país. A partir de ella, se estructura una extensa red de transporte público hiperconectada e intermodal y, se integran totalmente los recorridos peatonales y ciclistas en la ciudad, para lograr un cambio de paradigma, minimizando el uso del vehículo privado y asegurando que un 80% de los desplazamientos en los nuevos barrios se produzcan mediante modos de transporte sostenibles. Es precisamente esta movilidad sostenible hiperconectada la que genera las condiciones para la creación de un centro de actividad económica de primer nivel, un Distrito Central de Negocios con proyección internacional, con un impacto trascendental en la economía de Madrid y de España.

El carácter pionero de Madrid Nuevo Norte es también muy visible en la estrategia hacia los recursos energéticos: se está trabajando para que los barrios sean energéticamente positivos, impulsando su descarbonización, la generación de renovables y el desarrollo de​ infraestructuras energéticas a escala de distrito, de alta eficiencia y bajas emisiones.

¿De qué manera se van a beneficiar los ciudadanos gracias a este urbanismo sostenible?

Poner el foco en la sostenibilidad no es más que poner el foco en el bienestar de las personas a corto, medio y largo plazo, por lo que los beneficios para los ciudadanos de un planteamiento ambicioso de sostenibilidad van a ser múltiples, empezando por los efectos del modelo de ciudad denso, compacto y de usos mixtos, que se materializará en entornos urbanos en los que todo lo necesario estará a mano, y en los que se podrá acceder fácilmente a pie o en bicicleta a todo tipo de servicios, en contraposición con el modelo de desarrollo que ha imperado en nuestro entorno en las últimas décadas, dependiente del coche.

Además, se ha proyectado un entorno inclusivo que, más allá de la accesibilidad universal, contempla la diversidad en la utilización de la ciudad. La ciudad tradicional se ha diseñado teniendo en cuenta sólo los usos hegemónicos del espacio urbano, por lo que, al incorporar criterios para que las calles se usen en igualdad de condiciones independientemente del género, la edad o el grado de dependencia, eso repercute inevitablemente en la calidad de vida de todas las personas.

El mismo origen de la actuación, cerrar la brecha de más de cinco kilómetros originada por el haz de vías de Chamartín, que actualmente -y desde hace décadas- parte en dos el norte de la capital, va a suponer un enorme beneficio para todos los madrileños, y muy especialmente para los vecinos de los barrios limítrofes, a los que además se ha tenido en cuenta a la hora de ubicar y dimensionar los equipamientos públicos del nuevo desarrollo, con el objetivo de suplir las carencias que este efecto barrera había provocado en su desarrollo.

Por poner otro ejemplo muy visible de los beneficios de la ciudad sostenible, en Madrid Nuevo Norte se está desarrollando una ambiciosa estrategia de naturalización, lo que se traducirá en la creación una gran infraestructura verde que conectará la ciudad con el espacio protegido del monte de El Pardo, una trama ambiental formada por parques y calles verdes que permitirá crear un ecosistema propio e introducirá la biodiversidad en la ciudad, con especial atención al ciclo del agua. ​Todo esto revertirá en un beneficio muy directo para los ciudadanos, que podrán disfrutar de un entorno más saludable y confortable.

Y, finalmente, no podemos dejar de lado el impacto directo que sobre los ciudadanos tendrá la generación de actividad económica que supondrá el Proyecto, con el Centro de Negocios como elemento fundamental.

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