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La reputación corporativa de la multinacional sueca se encuentra en un momento difícil. Su reputación ha sido severamente tocada por un problema, una vez más, en su cadena de suministro. En esta ocasión se trata de proveedores chinos que desplumaban aves vivas.
"Nuestros proveedores deben cumplir sus contratos, satisfaciendo los requisitos de IKEA para garantizar una producción responsable"

 

    La multinacional sueca IKEA confirmó hoy a Europa Press que algunos de sus proveedores en China están desplumando aves vivas cuyas plumas se utilizan para el relleno de edredones y almohadas, por lo que aseguró que devolverá el dinero a aquellos clientes que hayan adquirido este producto y se sientan "incómodos" por su procedencia.

 

   En este sentido, los afectados pueden ponerse en contacto con sus respectivos establecimientos para cambiar u obtener el importe del producto, especifican desde IKEA.

 

   Además, fruto de una investigación que la cadena ha puesto en marcha desde principios de este mes en colaboración con auditores externos, IKEA anunció que dejará de trabajar con los proveedores chinos implicados en el caso, como reflejo de su compromiso en contra de "cualquier tipo de crueldad animal".

 

   "Hemos visitado instalaciones de proveedores y sub-proveedores, así como granjas, donde se han realizado un gran número de entrevistas. Esta investigación no ha finalizado", especifican desde IKEA, que lamenta "haber confiado en que nuestros acuerdos se estaban cumpliendo estrictamente a lo largo de todo el proceso de fabricación, incluyendo las granjas de aves en el campo".

 

La multinacional sueca dejará de trabajar con los proveedores chinos que desplumaban aves vivas y devolverá el dinero a los clientes que hayan adquirido edredones y almohadas con relleno procedente de gansos o patos vivos

   Por este motivo, la multinacional explica que "ya ha empezado a trabajar para  mejorar el seguimiento de sus proveedores y sub-proveedores en este sentido". "Nuestros proveedores deben cumplir sus contratos, satisfaciendo los requisitos de IKEA para garantizar una producción responsable", añaden.

 

   Asimismo, anunciaron que pondrán en marcha "un sistema de trazabilidad para los productos elaborados con pluma y plumón", con el objetivo de que se garantice "la seguridad de todos los pasos en esta compleja cadena de proveedores".

 

   Finalmente, la cadena afirmó que ha comenzado a negociar con otras compañías, así como con representantes del sector avícola chino y con las autoridades chinas que lleven a cabo "una produccción responsable".

 

   Alrededor del 80 por ciento de las almohadas y edredones de IKEA lleva un relleno de fibras sintéticas y/o naturales, mientras que el 20 por ciento restante contiene plumas o plumón, principalmente de pato. Sólo el edredón de la marca Mysa Olvon y la almohada Gosa Näva contienen pluma y plumón de ganso.

 (EUROPA PRESS)

 

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