Diario Responsable.com.-Los primeros años de este siglo han estado marcados por cambios trascendentales. El desasosiego que experimentamos ha llegado a penetrar en todos los ámbitos de la vida tanto pública como privada. La globalización ha dejado a muchas personas desconcertadas. Estudios recientes sobre el futuro de nuestras sociedades indican que la gente anhela seguridad, orientación, fiabilidad y confianza. En este contexto, el tema de "valores" ha adquirido un protagonismo fundamental.
Las personas, las organizaciones y las sociedades construyen su realidad, toman decisiones y actúan en función de sus valores. Cada vez está más extendida la convicción de que una clara orientación basada en valores consistentes aporta estabilidad a la vida de las personas y que la necesidad de dicha estabilidad es mucho más acuciante en la situación de globalización
acelerada que actualmente vivimos que en épocas pasadas.
Reinhard Mohn siempre ha destacado la importancia de la orientación espiritual para la cohesión social. La religión y la cuestión de los valores están intensamente vinculadas y justamente esta relación se ha convertido en uno de los grandes temas sociales. Sin embargo, el conjunto de valores no procede solo del ámbito religioso, sino también de todas las demás instituciones de la sociedad. Sólo estarán preparadas para enfrentarse al futuro aquellas sociedades y aquellas empresas que se renueven a partir del centro de poder de sus propias convicciones éticas.
La disminuida capacidad competitiva de las sociedades occidentales en la economía global; la aparición del terrorismo internacional que encuentra su piedra de toque en los atentados del 11-S y que promueve una rehabilitación de los valores de ley y orden; la nueva conciencia sobre la vitalidad del fenómeno religioso; la necesidad de compaginar el pluralismo
valorativo con los "valores compartidos" de cada comunidad; la experiencia de un cierto agotamiento de los modelos educativos y de integración social… en fin, este período en el que reina la inseguridad y la aparición de nuevos temores en el horizonte de la vidapolítica, económica y social suscita un nuevo debate sobre la recuperación de viejos valores supuestamente abandonados, la reelaboración de aquellos ya existentes y todavía actuales
e, incluso, la creación de nuevos e innovadores valores que nos permitan afrontar los desafíos ante los que nos encontramos. Es justamente en este debate donde se quiere enlazar en el III Congreso Diálogo y Acción – Valores en España y Europa: Sus raíces yrelevancia en el siglo XXI.
El III Congreso Diálogo y Acción abre así un espacio para debatir sobre el cambio de valoresque ha venido viviendo nuestra sociedad desde hace más de cuarenta años. La importancia de una cultura empresarial basada en valores jugará un papel protagónico en estas jornadas.
III Congreso Diálogo y Acción
Valores en España y Europa:
Sus raíces y relevancia en el siglo XXI
Hotel Westin Palace - Madrid
Madrid, 6 de noviembre de 2008
