Datos del mismo estudio, arrojan que el consumo de energía de los Data Center se duplicó entre 2000 y 2006 y el crecimiento proyectado sólo para EE.UU hasta el 2010 es el equivalente de 10 nuevas centrales eléctricas.
En un intento por minimizar los impactos medioambientales y reducir costes, las compañías informáticas han innovado diversas opciones: Microsoft ha investigado la construcción de un "data-center" en climas de muy bajas temperaturas como Siberia; Sun Microsystems planea enviar sus supercomputadoras a una mina de carbón abandonada, usando el agua del suelo como refrigerante; y Google propone el traslado a barcos en mar abierto de sus supercomputadores y centros de datos, para que capten la energía del movimiento del agua y la conviertan en electricidad y/o la bombeen para refrigerar los ordenadores y así, reducir el calentamiento.