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La energía nuclear nunca me ha convencido. Lo mismo le pasa al 80% de los españoles, a lo mejor es un buen ejemplo de la ley de Pareto. El 80% de los ciudadanos españoles son reacios a la energía nuclear, pero el 20% restante, está convencido de que es una energía limpia y sin efectos secundarios.


Recientemente se ha celebrado el vigésimo aniversario del accidente en la central nuclear de Chernobil y sus efectos en las ciudades fantasma que tuve la oportunidad de visitar hace un par de años.

 

   Los efectos secundarios causados por los escapes radiactivos que se produjeron hace veinte años todavía persisten entre la población. Según contaba el director del Orfanato y Hospital General de Ivankov, una cuidad de servicios situada a 30 kilómetros de la "Zona 0", en 2006 todavía un 50% de los embarazos acababan siendo nterrumpidos debido a malformaciones en los fetos.

 

   Según los informes oficiales, la explosión del reactor ocurrió durante una simulación de un corte suministro eléctrico, que provocó el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nº 4, que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Algo, que según me han exlicado reiteradamente distintos responsables de RSC de Compañías energéticas no podría pasar hoy ya que es imposible.


   Sin embargo, llevamos una temporada en la que mientras por un lado se nos intenta vender "la necesidad" de promocionar el uso de este tipo de energía, por otro vemos que los accidentes u olvidos humanos siguen siendo la principal causa de los desastres:


   "En lugar de dar la voz de alarma a tiempo para reducir los riesgos, como mandan las medidas de seguridad, optaron por ocultar el suceso; por esconderlo bajo la alfombra a pesar de que la radiactividad es una de las pocas cosas que de verdad brilla para siempre."


   Al final, la multa es lo de menos, por lo menos para mi. El mismo consorcio energético formado por Endesa e Hiberdrola, sigue teniendo los mismos problemas que hace un año , sigue habiendo errores humanos de consecuencias imprevisibles.



   Francamente, yo no viviría cerca de una central nuclear, no me sentiría cómodo...

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