Como mujer al frente de una empresa de un sector innovador y desafiante, como es la movilidad eléctrica, veo el Día Internacional de la Mujer, el 8M, como una oportunidad para reivindicar la igualdad de género en áreas tecnológicas, donde aún es baja la presencia femenina. Es esencial incentivar a las mujeres a emprender carreras técnicas y promover la igualdad de oportunidades en posiciones de liderazgo. A pesar de los avances recientes, es crucial garantizar que las mujeres en puestos directivos sean efectivamente escuchadas y ejerzan un verdadero poder decisorio. Además, persiste una brecha en la percepción de las capacidades de las mujeres en comparación con las de los hombres. Este desequilibrio se manifiesta en situaciones como el mansplaining, donde las mujeres son tratadas con condescendencia, como si necesitaran explicaciones simplificadas, subestimando sus capacidades y conocimientos. Es fundamental centrarse en la educación y la cultura para superar estas diferencias.
En un plano más generalista, creo que se ha de seguir trabajando por la conciliación laboral y familiar con medidas como horarios intensivos, flexibilidad de entrada y salida y/o teletrabajo. Estoy convencida de que promover estos cambios es clave no solo para la igualdad de género, sino también para una sociedad más saludable y productiva, beneficiando a todos y creando un futuro más equitativo.
