A pesar de que se está trabajando para acabar con la desigualdad entre géneros, aún existen muchos factores que impiden alcanzar esta equidad. En el caso del sector periodístico y de la comunicación cada vez es mayor la presencia de mujeres en secciones tradicionalmente masculinizadas como deportes, pero sigue manteniéndose la falta de fuentes expertas femeninas. En muchas de las columnas de opinión de grandes cabeceras todavía reinan los nombres de periodistas masculinos, siendo raras las ocasiones en las que se destaca el nombre de una mujer y mucho más, que copen la mayoría de la mancheta.
Lo cierto es que el techo de cristal sigue siendo un asunto que sigue sin resolverse. Una pared en la que cierto momento de la vida profesional de muchas mujeres se suele chocar y es llegado a este punto cuando todavía se ven obligadas a tomar la difícil decisión entre seguir adelante con ambiciosos proyectos profesionales o dejarlos de lado para priorizar la conciliación familiar, ya sea para el cuidado de personas dependientes, niños o simplemente su propio desarrollo personal. Aspectos como la presencia de normas y estructuras organizativas que dificultan el avance de las mujeres en este ámbito, en el que la conciliación familiar lidera todas las políticas empresariales de ESG, pero son pocas las compañías las que realmente las aplican, y el fomento de teletrabajo sigue sin ser una opción ampliamente aceptada y extendida, hacen latente estas trabas en el camino. Ni la inteligencia artificial ni cualquier otra tecnología que esté por llegar va a ser suficiente para allanar este recorrido en el que las piedras son la base tradicional de la sociedad.
