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ODS15 es, sin duda, mi “niña bonita”

¿Mi ODS favorito? El ODS15 es sin duda mi “niña bonita”. Porque la biodiversidad es a la vida lo que el amor a una relación humana. Es la base, lo que le da sentido, lo que teje la existencia y hace que se mantenga en equilibrio la vida. La vida como la conocemos.

Y deberíamos entender, todos, que la biodiversidad es no sólo esa base de la vida. También es un activo estratégico en el que plantearnos una nueva forma de entender la economía, el uso de los recursos naturales y el disfrute de nuestra naturaleza. Todos, grandes jugadores, pequeñas empresas, ciudadanos y gobernantes, inversores y decisores.

Nuestro bienestar depende de eso. Nuestro futuro pasa por frenar las causas que nos están llevando a perder esa biodiversidad. Porque más allá de genes, especies y ecosistemas la diversidad biológica nos presta innumerables servicios cuando unos eslabones se relacionan con otros, cuando entran en contacto con aire, suelo y agua, creando así los suelos fértiles de los que nos alimentamos, los paisajes en los que nos inspiramos, o manteniendo climas estables y una atmósfera respirable. 

Este es el enfoque de One Health, que apela a los vínculos entre naturaleza y bienestar humano. Es el enfoque de numerosas alianzas entre ciencia y política como la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas o la Coalición del Capital Natural. O la reciente alianzas TNFD, una iniciativa mundial impulsada por el mercado y centrada en la medición de los riesgos relacionados con la naturaleza, riesgos que los flujos financieros mundiales deberían tener en cuenta.

Acordarse del ODS15 es querer empezar la casa por sus cimientos. Es ver a esa niña bonita aún precoz, pero con un futuro prometedor, lleno de posibilidades.  

¿Estamos a tiempo de que se cumplan los ODS?

En el caso del ODS15 los datos reportados no apuntan a que en 2023 vayamos a lograr los objetivos marcados. Sólo como ejemplo: en España necesitamos avanzar en gestión forestal sostenible, aumentar la superficie de bosques productivos y bien gestionados, con bajo riesgo de incendios, y generadores de empleo y biodiversidad. Pero hay serios obstáculos como la falta de gobernanza. El 72% de la propiedad de este país es privada, y una gran parte está abandonada porque la gente se fue del campo y ya no aprovecha esas superficies. Y esa es una de las causas de los incendios, entre otras.

Si bien hay razones para esperanza como el proyecto de Ley de Restauración de la Naturaleza presentado por la Comisión Europea en junio de 2022. Es una iniciativa prometedora que espero que pese a la oposición que ha encontrado salga adelante y logre que la restauración no se restrinja a los espacios naturales ya protegidos, que llegue a esos suelos y a esos bosques que tanto necesitan de una visión económica renovada.

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Opinión#8aniversarioODS

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