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 Responsabilidad sin proverbio

Existe un curioso proverbio que dice: “El viento que el marinero desea, no sopla siempre”. Una frase sencilla, pero cargada de sentido. Una invitación para ‘actuar ya’, en vez del mítico ‘Carpe Diem’ -o sí, pero bajo la consciencia y la responsabilidad. Dicho en otras palabras: ‘debemos actuar cuando nos sea posible, de otra forma, nos arriesgamos a perder nuestra oportunidad’.

Si algo caracteriza el presente es la búsqueda inmediata de las soluciones, inmediatez que coexiste con los grandes retos de la humanidad vinculados con el valor social y la sostenibilidad, que precisan de soluciones rápidas, pero sobre todo consistentes y definitivas.

Y aquí, las empresas tienen mucho que aportar.

Según la última encuesta realizada por SAP, el 75% de las empresas asegura que mantendrá o incrementará la inversión que realiza en materia de sostenibilidad. Además, en este mismo informe, también pone en relieve que el 40% de las empresas tiene planes para incrementar esta inversión, y el 80% tiene previsto hacerlo en más de un 10%.

Hoy en día, las empresas tienen la responsabilidad de ser social y medioambientalmente responsables. Este compromiso es crucial, ya que un enfoque a largo plazo en la sostenibilidad genera beneficios para la sociedad en su conjunto.

En primer lugar, una empresa consciente social y sosteniblemente desarrolla un mayor sentido de responsabilidad y compromiso con la comunidad en la que opera. La implementación de prácticas sostenibles aumenta la calidad de vida en su entorno y crea una relación de confianza con todas las partes interesadas a la vez que confianza en los partners y clientes.

Por otra parte, cobra relevancia la alta demanda del consumidor hacia marcas que se preocupan por el planeta. Aquí, con la visión del sector de la tecnología para el hogar, los electrodomésticos y electrónica de consumo, hemos visto un cambio a gran escala. Y es que, mucho más allá del diseño, los consumidores cada vez más solicitan innovaciones vinculadas con un propósito de vida sostenible, que apuesta por el compromiso con la naturaleza, invirtiendo en soluciones eficientes, reduciendo el consumo de recursos naturales, y como consecuencia por la reducción del impacto medioambiental. Por lo tanto, es muy probable que esta tendencia de compra de electrodomésticos más sostenibles se mantenga e incluso tome mayor protagonismo en la decisión de compra durante los años venideros. Año tras año, la concienciación de los consumidores hacia la necesidad de cuidar el planeta es mayor, y esto se traslada también al consumo de tecnologías para el hogar, pudiendo destacar que en el mercado se valorarán aquellos productos que ofrezcan soluciones sostenibles, tanto a través de sus tecnologías eficientes en consumo y tiempo, como por su compromiso con el uso de los recursos y materiales de fabricación.

Precisamente esa responsabilidad social y sostenible de la que hemos hablado también puede traducirse en un impacto positivo en la actividad de la empresa a largo plazo. La mayoría de las acciones vinculadas al cuidado del medio ambiente pueden reducir los costos operativos y ayudar a maximizar los beneficios económicos de las compañías.

Asimismo, las empresas tienen por delante un enorme terreno de actuación, mediante el aumento de su compromiso con la sostenibilidad y la demostración de su apuesta por el planeta y la sociedad. La integración de la denominada ‘RSC’ en las empresas es un paso firme hacia un futuro más próspero y sostenible.

Por lo tanto, un modelo de negocio que apueste por la responsabilidad sostenible y social de las empresas es un camino de futuro, donde los desafíos son muchos y de enorme calado, pero los recursos y las capacidades también lo son, para apoyar este viaje.

Ojalá todos apostemos siempre por este ‘viento’ ganador.

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