Joven, viejo, mujer, hombre, trans, negro, blanco, amarillo, analfabeto, médico, católico, evangélico, espiritista, ateo, brasileño, indio, japonés, deportista, discapacitado, pobre, rico, trabajador, estudiante, ama de casa, nada es un obstáculo para hacer trabajo voluntario.
¿Y dónde entra la tecnología en toda esta conversación? En varios puntos, como la realización de voluntariado en apoyo a organizaciones remotas. Otro punto relacionado con la tecnología es la conexión con la disposición de artículos tecnológicos, que es un problema para los consumidores y para la industria, así como para el medio ambiente. Es posible vincular el trabajo voluntario con esta causa específica. Me encontré con un trabajo muy interesante que puede ser un aliado de este tema ambiental y además generar ingresos y conocimiento para las mujeres.
Recomiendo conocer el trabajo de https://techgirls.com.br/ , con sede en Curitiba, pero ya operando en otras ciudades y estados, un trabajo modelo, donde cada uno tiene su participación en la cadena de trabajo, voluntarios apoyo con capacitación y material de desecho tecnológico, se prepara a las mujeres para el mercado laboral, tanto como empresarias como empleadas de otras empresas. Al final de la capacitación, las mujeres se van con el espíritu empresarial en las venas, ya que pueden producir joyas con desechos electrónicos.
De basura a lujo, esta sin duda podría ser una frase de diseño, ya que todo lo que sería considerado basura puede ser una pieza de “lujo” para contribuir a la belleza de las personas.
Este es un trabajo en el que puedes ser voluntario físico, si hay una unidad en tu ciudad, o a distancia, si tienes contacto con posibles donantes de equipos de cómputo, principalmente, para que sean reacondicionados o desarmados para usar sus partes. en las formas más variadas. Inclusión en la vena, trabajo voluntario en la cabeza y muchas cosas buenas pueden surgir, solo hay que tener voluntad y decisión.
