Si bien es cierto que el huso horario que mantiene España le viene desde la época de la Segunda Guerra Mundial (1942), para estar en sintonía con Alemania e Italia y por motivos estratégicos adoptaron su zona horaria, 80 años después se sigue manteniendo, sin guiarse por la del meridiano de Greenwich. No bastó la pandemia para darse cuenta que eso ya no es sostenible para nadie. Esto hace que la jornada laboral se vuelva larga e inconexa afectando el bienestar de las personas y la vida familiar.
¿Por qué? Por los ritmos circadianos y porque se deja de hacer lo que hacen millones de personas en todo el mundo: desayunar temprano en la mañana, almorzar entre las 12 y las 14 horas, cenando entre las 19:00 y las 21:00 horas. La duración de la jornada laboral también afecta a los niños, muchos de los cuales participan en actividades extraescolares hasta altas horas de la noche porque sus padres todavía están en el trabajo.
Las reformas contempladas por el parlamento catalán apuntaron a simplificar las horas de trabajo en algo parecido a un día de nueve a cinco. «Como todo cambio de envergadura, ahora necesitamos dos cosas: un líder con poder que apoye la iniciativa y muchos líderes empresariales, familiares y sociales que hagan microcambios diarios y sean referentes de una mejor gestión del tiempo: más productiva, saludable y sostenible», afirmó Nuria Chinchilla en el 2016, experta en temas de conciliación trabajo-familia y asiduamente consultada por medios como The Guardian y la TVE. Cataluña tenía como objetivo tener una política pública en marcha para 2025 que permitiera a las personas trabajar de manera más flexible y productiva.
Es por esto que hace tiempo Nuria Chinchilla, junto a la Asociación para la racionalización de los horarios españoles (ARHOE), viene cuestionando los horarios de trabajo en España, que no hacen más que ir en contra de la salud y productividad. Según el programa de la TVE del 2018, los países de la OCDE estaban en 1770 horas de trabajo al año, mientras que España trabajaba 1665 horas en el mismo periodo. Le dedican bastante más tiempo de trabajo al año que los franceses y los alemanes estando en el promedio de la Unión Europea (32,1 Hs/Euro), pero a años luz de Francia (45,6 Hs/Euro ) y de Alemania (42,8 Hs/ Euro).
Son muchos los beneficios asociados a un cambio de huso horario:
Me pregunto si reuniones como la COP26 habían sido suficientes para generar un cambio cultural y cambiar nuestra forma de vivir y ver el mundo, sobre todo en temas como este. Desde mi punto de vista, el problema de fondo tiene que ver con la necesidad de un cambio cultural hacia la sostenibilidad. Peter Drucker, un famoso teórico del management, decía que la cultura se come a la estrategia, ya que la cultura es la que traduce la estrategia en acciones y comportamientos que producen los resultados. Puedes tener una excelente estrategia pero si tus colaboradores no la operan correctamente, no trabajan como equipo, no se ayudan entre ellos, muy probablemente no se alcancen los resultados esperados.
En este sentido, no debemos desestimar la responsabilidad social de los medios de comunicación también. En el mismo programa de televisión, ya se mencionaba la importancia del cambio del Prime Time a un horario más temprano. ¿Habrá cambiado el Covid-19 la mentalidad respecto a la salud? ¿Y respecto al rediseño de un estilo de vida que ponga en el centro los valores realmente importantes para un ser humano de manera de alcanzar la felicidad?
