La presencia de más mujeres en puestos directivos mejora el desempeño de las empresas. Según el último informe publicado por la Organización Internacional del Trabajo, produce un aumento de la rentabilidad hasta en un 20%, además de acelerar la innovación, atraer el mejor talento y tener un impacto positivo en la reputación de la organización. Si el impacto es positivo, ¿por qué aún estamos a años luz de conseguirlo?
Si hacemos una radiografía de las empresas podemos observar que hay una diferencia considerable de proporción entre los cargos. Mientras que el porcentaje de mujeres en cargos no ejecutivos es del 38.9%, en direcciones ejecutivas es de un 10.9%. Actualmente, en el FTS 250 el porcentaje de directivas ha subido del 23.7 al 27.3% en el último año, pero, pese a este aumento, sólo un 8.4% corresponde a puestos de alta dirección. Está claro que aún nos queda un largo camino para poder hablar de paridad en puestos de toma de decisiones. ¿No ha llegado ya el momento de que se convierta en una prioridad en las agendas? ¿Qué empresa no está dispuesta a aumentar su rentabilidad?
