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Andaba yo pensando en planes culturales para las vacaciones de Semana Santa cuando he vuelto a recordar un concierto muy especial al que asistí hace meses organizado por Ecoembes con la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, Paraguay.

La historia de superación de esta “atípica” orquesta me parece digna de ser contada:

La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura nació hace 10 años cuando Favio Chávez, músico Paraguayo y actual director de la orquesta, decide enseñar música a los niños y niñas de Cateura, un barrio marginal construido sobre el mayor vertedero de Asunción, Paraguay.  Ante la falta de recursos, deciden construir, con grandes dosis de ingenio, instrumentos a base de los materiales de la basura.

“El mundo nos manda basura y nosotros le devolvemos la música” es su lema y gracias a él han recorrido medio mundo dando a conocer su música.

Utilizan guitarras fabricadas con latas, chelos creados a partir de bidones, flautas hechas de cañerías, monedas oxidadas y trozos de tenedores…pero más allá de lo curioso que pueden resultar los “instrumentos”, lo más impresionante para mí es la entrega y talento de esos pequeños músicos y su director para hacerlos sonar como una verdadera orquesta.

Además de los momentos emotivos que vivimos en aquel concierto, recuerdo especialmente las historias y reflexiones que tanto el director, Favio Chávez, como algunos de los integrantes de la orquesta nos regalaron: 

Igualdad de oportunidades à “Todas las personas somos iguales aunque a algunas nos haya tocado nacer y vivir en sociedades más o menos ricas y/o privilegiadas” (Favio Chávez)

Cuidar el medio ambiente à “Todas las personas somos iguales y nuestra casa es el mundo. Cuidemos, pues, nuestra casa” (Favio Chávez)

Creérnoslo y auto superación à visualizar el futuro que deseamos, creer y sentir que tenemos derecho a él y que podemos alcanzarlo con compromiso individual y colectivo, trabajo en equipo, constancia, ingenio, humor e ilusión.

El poder del Arte y de los detallesà Una serenata, una sinfonía, una sonrisa, un abrazo, un aplauso sentido, un “Bravo”… puede acariciar nuestras almas, puede darnos fuerza para seguir en momentos de flaqueza comprobando que tanto esfuerzo merece la pena, puede darnos esperanza en la vida a pesar de la adversidad, puede unirnos, puede conectarnos con nuestra esencia, con la belleza y con algo más grande que todos nosotros. “Mi vida sin la música, estaría vacía” (una niña de la orquesta de Cateura).

Y con este ejemplo de la Orquesta de Cateura ¡os deseo unas muy felices vacaciones de Semana Santa!

https://www.youtube.com/watch?v=fXynrsrTKbI 

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