El pasado 2 de abril el Parlamento Europeo aprobó, con 546 votos a favor, 48 en contra y 38 abstenciones, la denominación del año 2015 como Año Europeo del Desarrollo. La Unión Europea, que desde 1983 elige un tema para cada año, dedica así por primera vez un año europeo a la política exterior de la Unión.
Bajo el eslogan: "Nuestro mundo, nuestra dignidad, nuestro futuro", la celebración de este primer Año Europeo del Desarrollo coincidirá con la fecha límite para cumplimiento de los ODM. Se presenta por tanto como un impulso para el marco de acción post2015. Un año 2015 en el que también se celebrará la EXPO de Milán bajo el lema: “Alimentar al planeta. Energía para la vida”.
El Consejo, el Parlamento y la Comisión han apostado por una campaña de comunicación que sensibilice a la ciudadanía, especialmente a los más jóvenes) sobre la importancia de cooperar en la erradicación de la pobreza. En palabras del relator del Informe, el Eurodiputado Charles Goerens (ALDE): “La dignidad humana es incuestionable, la búsqueda de vida digna no se detiene en las fronteras de nuestro continente y no debe depender por tanto del lugar en el que uno nace o vive”
Charles Goerens ha insistido en la necesidad de que la Unión Europea, como primer donante mundial de Ayuda al Desarrollo, visibilice sus acciones en materia de cooperación al desarrollo”, por ello el principal objetivo de este Año Europeo del Desarrollo será: informar sobre las acciones llevadas a cabo por la UE en materia de Cooperación, impulsar la participación, el diálogo y el interés por estos temas y sensibilizar sobre los beneficios de la cooperación, no solo para los beneficiarios de la ayuda sino también para los ciudadanos de la Unión.
Todo ello en un contexto en el que la crisis económica y el aumento de la pobreza en nuestros países (en 2012 124 millones de personas estaban en “peligro de pobreza o exclusión social”, según Eurostat) ha hecho que aumente la desconfianza sobre el uso efectivo y eficiente de los fondos y la necesidad de estas políticas. A pesar de ello, 85 % de los ciudadanos de la UE estaban en 2012 a favor de ayudar a las poblaciones de los países socios y más de seis de cada diez creen que deberían aumentarse estas ayudas. (Eurobarómetro 392 de 2012)
La campaña, centrada especialmente en sensibilizar sobre la situación de discriminación que viven millones de mujeres y niñas en todo el mundo, pretende implicar no sólo los Estados miembros y países socios sino también a la sociedad civil, el sector privado y demás actores sociales.
Algunos de los Eurodiputados que participan en la campaña inciden en la necesidad de prever cambios políticos y no sólo crear conciencia. Para Nirj Deva (GCRE) “después de más de 40 años transfiriendo fondos, la pobreza sigue ahí. Llegados a este punto hay que plantearse que esto no está funcionando y pensar qué cosas nuevas podemos hacer”.
Sin duda alguna los grandes retos del mundo actual necesitan mucho más que se dedique un año europeo al desarrollo y la UE tienen mucho que reflexionar sobre la coherencia de políticas pero, gestos y campañas como esta son también fundamentales para que no olvidemos que la dignidad humana no tienen fronteras.
Elena López Picasso
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