En un programa radial, me sorprendieron con una pregunta tan simple como compleja para responder en pocos minutos....
¿Qué es la RSE?
Definiciones hay muchas..., aunque difícil se hace explicarlo con palabras propias y simples.
Es una forma de ser empresa, pero no hay una forma única de Ser.

Podría definir hoy lo que es la RSE, pero seguramente en unos meses mi concepto evoluciona y es diferente.  
Además de las tantas definiciones hay una lista interminable de frases hechas que repetimos casi sin pensar....

La RSE, es gestionar aplicando el triángulo virtuoso de la sustentabilidad creando valor Económico, Social y Ambiental. Pero este triángulo tiene otros encubiertos para equilibrar: aparece el triángulo de la coherencia que busca el equilibrio entre Lo que digo, Lo que siento y Lo que hago. El triángulo de los roles de la vida que busca equilibrar lo laboral, lo familiar y lo ciudadano.  El Triángulo de la comunicación que busca el equilibrio entre Lo que soy, lo que comunico que soy, lo que la sociedad percibe que soy como organización empresaria. El triángulo que busca responder el sentido de lo que hacemos: ¿Por qué? ¿Para qué? Y ¿Para quién? Hacemos lo que hacemos.

Si bien son una realidad las normas ISO 26000, no podemos decir que la RSE sea solo una norma... Es una herramienta estratégica de gestión y también una herramienta de transformación social, pero aquí hay que tener cuidado. La transformación es hacia adentro para impactar mejor en el entorno y así poder tener parte activa en la construcción social. Cada empresa es responsable por lo inherente a cada una. Una empresa no puede entorpecer los procesos evolutivos naturales de una sociedad.

La RSE requiere orden y planificación, pero también está presente en las decisiones diarias que tenemos que tomar sin tanto planificar. Aparece a veces camuflada en programas pero realmente está presente en el acto de comprar, pagar y desarrollar proveedores, en la forma de obtener clientes, al vender, al conseguir fondos para cubrir obligaciones, al  pagar sueldos. En épocas de vacas gordas hay más posibilidades de inversión sin embargo cuando hay crisis es donde tenemos que hacer foco lo esencial. Si estamos haciendo algo responsablemente, debemos garantizar que "se haga" como algo primordial. 

Nos empeñamos en llenarla de reglas, desde la conocida regla de las Tres C (Ingresar al mundo de la RSE por Convicción, Conveniencia o Coerción) o la regla de las tres R (Reducir, Reciclar, Reutilizar); regla que ahora redefinimos agregándole el Repensar y Re-twitear.
La RSE justamente lo que propone es romper las reglas, romper los órdenes establecidos, buscar nuevas formas de ganar dinero, de vincularnos con el planeta y con la sociedad.

Es gestionar con valores compartidos. Ya no vale disociarnos sin llevar los problemas de la casa al trabajo y viceversa como tampoco actuar “por cuenta y orden” de mi empresa o mi superior sin hacerme cargo de mis acciones. A cada uno le cabe elegir ser parte de una empresa con la cual comparte mayoritariamente los valores para trabajar.

Es redefinir paradigmas. Desde el paradigma del éxito, al paradigma de buena presencia cuando seleccionamos personal. Es entender que comunicar no es mostrar mi mejor cara ni hacer marketing. Es comprender que la imagen no crea a gusto;  la imagen se refleja en un espejo. Es entender que necesito generar vínculos con mi cliente y no fidelizarlos (hacerlos míos) con una tarjeta de premios,  Es comprender que no se puede competir sin cooperar.

Nos esmeramos en comunicar para contagiar sin darnos cuenta que la RSE es un concepto, o más bien una filosofía, que se propaga con las pequeñas acciones más que con los grandes reportes. Podemos pensar en la búsqueda de equilibrio entre las ganas de ganar dinero, y la búsqueda espiritual. La RSE es impregnar los negocios de mística sin ser una religión.

Si consultamos a cada persona que lee este artículo si sueña con una sociedad justa, probablemente la mayoría diga que Si. Ahora bien: si conversamos en detalle de cómo sería esa sociedad justa para cada uno de nosotros, difícilmente la imaginemos igual.

Con la RSE sucede algo parecido. Hay tantas miradas como empresas hay. Lo positivo que rescato es que en el imaginario de muchos empresarios está instalada la RSE como un camino a explorar.

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