Publicado el

Hace unos días compartí un panel en una jornada de RSE junto a un gerente de una empresa del área de la salud que comenzó su discurso afirmando que hay empresas buenas y empresas malas. Posicionado cómodamente en este polo, dio inicio a su presentación... Un acertado comentario para motivar la redacción de estas líneas.

Vemos el mundo y la vida a través de los valores que atribuimos a las cosas. (Materiales e inmateriales). Con toda naturalidad juzgamos lo que está bien y lo que está mal.

La polaridad esta presente en nuestras vidas. La verdad y la mentira. El frio y el calor. Lo lindo y lo feo, el invierno y el verano (pasando por sus dos estadíos intermedios)...El blanco depende del negro, éxito del fracaso. Así hombre y mujer se completan para construir desde la totalidad.

La RSE como herramienta de gestión, propone un camino de apertura de conciencia. A medida que profundizamos seriamente en ella. Es hacer consiente en nosotros mismos y en nuestras organizaciones nuestros dos polos. El bien y el mal. Si focalizamos solo nuestro polo bueno, no nos estamos mirando en plenitud, no podemos ver nuestra totalidad.

Personalmente estamos sesgados por nuestra Fe religiosa, donde lo malo, eventualmente lo balbuceamos en frente de un confesionario. En nuestras empresas el gran problema es el departamento de comunicación e imagen. Un gran filtro que no solo evita el paso de lo malo sino que se esmera en exacerbar la imagen hacia el bien; mintiendo que somos mejores de lo que somos. (Desde el más simple “ppt” para una presentación hasta los reportes de sustentabilidad pasan por rigurosos filtros comunicacionales).

Solo el mirarnos a nosotros mismos en la totalidad y de manera compasiva ; poder ver nuestros dos polos; sentirlos vibrar en todo momento, puede permitirnos esta difícil tarea de unificar los opuestos.

Así es que desde mi punto de vista no existen empresas buenas y empresas malas. Hay empresas que se empeñan en seguir un camino y algunas se empeñan a seguir su opuesto impactando ambas en el medio en forma positiva y negativa simultáneamente.

Reconocer, hacer consiente en nosotros mismos, y en nuestras organizaciones el bien, el mal y todos sus puntos intermedios, no es tarea sencilla, pero es la única manera, el único camino de esperanza para poder comenzar el trabajo de renacer desde la totalidad, construir desde la plenitud nuevas empresas.

Luz y oscuridad están frente a frente, pero la una depende de la otra como el paso de la pierna izquierda depende de la derecha.

Jorge Savio.

En este artículo se habla de:
Opinión

¡Comparte este contenido en redes!

300x300 diario responsable
 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Advertisement
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies