Parece que las cosas han empezado a cambiar en la Mutua Madrileña despues de que Ignacio Garralda sustituyera a Jose María Rodriguez Pomatta al frente de la misma.
El parecido de Ignacio Garralda a su hermano Joaquin no debe de ser solamenté físico, porque la Junta General de Mutua Madrileña ha adoptado importantes medidas de transaparencia y buen gobierno.
Para empezar, será de las pocas grandes empresas que publiquen el suel de sus consejeros (hasta el momento sólo 8 del Ibex lo hacen).
Se han eliminado los beneficios de previsión social. En este sentido los consejeros actuales han renunciado a los derechos que pudieran corresponderles en esta materia.
Se ha modificado un artículo de sus estatutos gracias a lo cual se evita que los consejeros o el propio presidente hagan uso de delegaciones de voto para decidir sobre asuntos en los que tengan interés particular.