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Se acerca próxima Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas en Copenhague, y la última investigación de los especialistas en inversión sostenible de EIRIS ha establecido que la mayoría de las compañías norteamericanas que operan en sectores con alta huella de CO2 disponen ahora de amplias políticas sobre el cambio climático (un 91%, comparado con un 93% a nivel global).

Se acerca próxima Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas en Copenhague, y la última investigación de los especialistas en inversión sostenible de EIRIS ha establecido que la mayoría de las compañías norteamericanas que operan en sectores con alta huella de CO2 disponen ahora de amplias políticas sobre el cambio climático (un 91%, comparado con un 93% a nivel global).


Sin embargo, al implantar medidas concretas para cumplir con las políticas y los compromisos adquiridos respecto del cambio climático, las empresas norteamericanas siguen por debajo de las compañías de los otros países.


Los puntos más destacados en el informe 2009 de EIRIS “Rastreadores de Cambio climático: Norteamérica”(ver más abajo) sobre cómo algunas de las empresas más grandes de los Estados Unidos y de Canadá están reaccionando ante el cambio climático vienen recogidos a continuación:
Cambio climático

  • Un progreso limitado: se necesitan cambios más profundos
  • Incremento de emisiones de CO2: Canadá revela un total de 751.974 gigagramos[1] (Gg) de CO2 emisiones equivalentes en 2006 (un 54,8% de incremento respecto al año base 1990), mientras los Estados Unidos informan de 6.087.487 Gg de CO2 de emisiones equivalentes en 2007 (un 15,8% de incremento respecto al año base 1990).
  • Las compañías norteamericanas están al mismo nivel que sus semejantes globales en cuanto a políticas de cambio climático y objetivos de emisiones a corto plazo: el 91% de las norteamericanas tiene una amplia política corporativa sobre cambio climático comparado con el 93% de las compañías a nivel global.
  • Poca transparencia a nivel general: sólo el 37% de las compañías norteamericanas tienen una transparencia “buena” o “avanzada” comparada con el 50% a nivel global; y el 35% cuenta con una verificación externa de los datos comparado con el 51% a nivel global. Sin embargo, resaltan algunos datos esperanzadores: el 80% de las empresas norteamericanas reportan sus emisiones absolutas, comparado con el 84% a nivel global, y el 72% muestra los datos en comparación con el entorno, cuando lo hacen el 81% a nivel global.
  • Mejoras en los objetivos a corto plazo: el 57% de las empresas norteamericanas se han comprometido a reducir a corto plazo sus objetivos de emisiones GEI (Gases de efecto invernadero), comparado con el 62% de las compañías a nivel global
  • Falta la puesta en marcha: sólo el 16% de las compañías norteamericanas se han comprometido a vincular la remuneración de la dirección con las reducciones de emisiones de GEI comparado con el 28% a nivel global; del mismo modo, sólo el 43% tiene políticas que se comprometen a afrontar el cambio climático desde sus productos comparado con el 71% a nivel global.
  • Se ignora el impacto de los productos: Sólo el 9% ha fijado objetivos para reducir los impactos indirectos sobre el cambio climático proveniente de sus productos, comparado con el 19% a nivel global.




      Stephanie Maier, directora de investigación de EIRIS comenta al respecto “Los datos sugieren que el desarrollo de políticas positivas anunciadas por el Presidente Obama están empezando a proporcionar a las compañías impulsos para actuar en el cambio climático. Pero se mantienen importantes áreas dónde estas últimas se quedan atrás, y está claro que se necesitan mucho más esfuerzos para alcanzar los objetivos en la región”, y  añade “los inversores deberían reclamar a las compañías más transparencia sobre las emisiones GEI y asegurarse de que los compromisos corporativos para reducir los impactos sobre el cambio climático se apliquen también a las emisiones derivadas de los productos, al igual que las emisiones directas.



Como las iniciativas nacionales, regionales e internacionales avanzan para regular las emisiones de GEI, las compañías necesitarán gestionar mejor sus riesgos-carbono y dar pasos firmes para formar parte de la transición hacia una economía con menos emisiones de CO2. Por ello los inversores necesitan añadir a su asesoramiento financiero general, un análisis de la respuesta corporativa sobre el cambio climático de las compañías en las cuales quieren invertir.

Climate Change Tracker North America Oct 09

 

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