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Una universidad accesible para todos es un pilar fundamental de cualquier sociedad libre y avanzada en la medida de sus posibilidades. El IV Estudio Universidad y Discapacidad de Fundación Universia, puede ser de utilidad para que los agentes sociales implicados en la educación superior española conozcan la realidad objetiva en este ámbito y puedan diseñar e implementar políticas acordes con las necesidades planteadas.

Si la universidad tiene como objetivo final formar ciudadanos libres e independientes, fomentando el potencial diverso del talento de sus estudiantes, el reto es doble para los estudiantes con alguna discapacidad. Este IV Estudio Universidad y Discapacidad, promovido por la Fundación Universia, con la colaboración de Fundación ONCE, la Confederación de Rectores de Universidades Españolas, (CRUE), el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y el Real Patronato sobre Discapacidad, pretende abundar en el análisis de los niveles de inclusión educativa del colectivo de personas con discapacidad en el sistema universitario español.

Para su elaboración se ha contado con la participación de 72 universidades pertenecientes a todas las Comunidades Autónomas de España y han colaborado 1.720 personas con discapacidad que están cursando estudios universitarios o que han acabado recientemente. La recopilación de los datos se ha hecho a través de cuestionarios online con preguntas tanto abiertas como cerradas completadas por las universidades y los estudiantes. 

Lo primero que nos muestra este estudio es que existe un tímido aumento de la población universitaria con discapacidad, representando el 1,5% de la proporción global que suponen los estudiantes con discapacidad sobre el total de los estudiantes matriculados en las universidades. Un dato interesante es que la proporción de estudiantes con discapacidad es más alta en las universidades públicas (1,5%) que en las privadas (1,2%), que puede explicarse por la gratuidad de la matrícula en las públicas. 

Por otro parte, la proporción de estudiantes con discapacidad es significativamente mayor en las universidades no presenciales (4,1%) que en las presenciales (1,0%), debido a la mayor facilidad que ofrece la modalidad de estudios a distancia en lo referido al acceso y a la accesibilidad de la información, así como a la flexibilidad para adaptarse a las necesidades educativas especiales del colectivo.

Otra de las tendencias que resalta este estudio es la falta de continuidad en la formación universitaria de los estudiantes con discapacidad porque se observa que cuanto mayor es el nivel de estudios universitarios, menor es la representación de alumnos con discapacidad en las universidades españolas. En el curso 2017-2018, la proporción de estudiantes con discapacidad en los estudios de grado ha sido 1,8%, en los estudios de postgrado y máster 1,2%, y en los estudios de doctorado, 0,7%. Estas proporciones no difieren mucho de las registradas en el curso 2015-2016 en los niveles de grado y de postgrado y máster, y se muestran algo inferiores en el caso de los estudios de doctorado. De este total de estudiantes, predominan las personas con discapacidad física (55,9%), seguidas de las personas con discapacidades psicosociales/intelectuales/del desarrollo (26,5%) y finalmente sensorial (17,6%).

En cuanto a la rama de estudio, el 54% de estudiantes con discapacidad, dentro de los 1.720 encuestados, cursan grados de Ciencias Sociales y Jurídicas, el 26% de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas y el 19,5% de Artes y Humanidades.

En relación a la distribución por género, se observa que hay una menor proporción de mujeres con discapacidad que estudian en la universidad con respecto a la de hombres, con un 49,1% de mujeres estudiantes de grado, un 48,7% de postgrado y un 43,4% de doctorado. Un 15,2% de mujeres con discapacidad ha contestado que se ha enfrentado a más dificultades en la universidad por cuestiones de género.

Por último, 22 universidades han proporcionado datos sobre el número de trabajadores con discapacidad, cuentan con 769 personas, de las que el 42,9% son personal docente e investigador (PDI) y 58,1% personal de administración y servicios (PAS).

¿Cómo es la accesibilidad universal y el diseño para todos en el sistema universitario español?

El 84% de las universidades participantes en el estudio han evaluado sus niveles de accesibilidad, pero solo un 42% ha puesto en marcha algún plan de accesibilidad universal y diseño para todos para la mejora de la accesibilidad.

Por ejemplo, las adaptaciones más comunes en las universidades son la reserva de asiento en las aulas (15,7%), la dotación de mobiliario adaptado (15,3%), la grabación de las clases (12,9%), la aportación de intérpretes de Lengua de Signos (12,2%), el acceso a pizarras y tarimas (10,5%), la grabación de textos en soporte audio (9,4%), transcripciones al braille (9,7%) y ampliación de textos (6,6%).

También se llevan a cabo otras adaptaciones como son la ampliación del horario en exámenes, la dotación de bucles magnéticos en salones de actos, la preparación de materiales educativos accesibles y un 88% de las universidades ya han implementado programas de adaptaciones curriculares.

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